Los sensores instalados en los cuatro hábitats del recorrido del parque de conservación de animales prueban las evidencias científicas del beneficioso impacto de los árboles y plantas en las ciudades. BIOPARC ofrece temperaturas y una sensación térmica sensiblemente favorables repercutiendo muy positivamente en el bienestar de los animales y de las personas que disfrutan en sus vacaciones de esta isla de naturaleza y la recreación de la vida salvaje.
Corroborar con datos lo que la comunidad científica lleva recomendando desde hace años; esto es lo que ha hecho BIOPARC Valencia para demostrar la importancia de las islas de naturaleza en las ciudades. El parque de conservación de animales ha instalado dispositivos, situados en los cuatro hábitats recreados, para controlar la temperatura y humedad de todo el recorrido. Las mediciones han dado unos resultados realmente rotundos al contrastarlos con los publicados en la web de AVAMET (Asociación Valenciana de Meteorología) de la estación Micalet, pues tanto la temperatura como la sensación térmica es sensiblemente inferior. Tomando de referencia la ola de calor de principios de julio, el mismo día y hora, cuando el centro de Valencia marcaba 35º y una sensación térmica de 37º, la diferencia era de -5º en Sabana, -6º en la zona de la selva y -7º en Madagascar y cueva de Kitum.
El numeroso público que aprovecha las vacaciones para conocer BIOPARC se sorprende gratamente al comprobar lo agradable que resulta realizar la visita bajo la sombra de la frondosa vegetación. Esa percepción está totalmente fundamentada en las cifras que durante las 24h se chequean y se confrontan con las del centro de la ciudad a las 13h y 15h. Siguiendo este protocolo los días de temperaturas más normalizadas para este momento del año, la información sigue siendo muy reveladora. Esta semana, el miércoles a mediodía, la estación del casco histórico presentaba una temperatura de cerca de 32º y una sensación térmica de 35º; en la ruta por BIOPARC las mismas variables eran comparativamente en Madagascar de -5º y -6º, en la cueva de Kitum de -4º y -5º; en la zona de selva de -4º en ambos casos y en la sabana -3º y -4º.
Por otra parte, otros aspectos como los sentidos tienen gran influencia en nuestra percepción, de forma que la vista, el sonido o el olfato contribuyen significativamente en lo placentero que resulta contemplar el verde de las plantas o el azul del agua; el sonido de las hojas, la brisa o el fluir de las cascadas; oler la hierba húmeda o la fragancia de las flores. Todo ello repercute directamente en una impresión de bienestar y que hace todavía más atractiva la estancia en BIOPARC, a lo que se añade los miradores, los puntos de descanso, las actividades gratuitas, los espacios de restauración con vistas y, como novedad, la experiencia de Realidad Virtual “La Última Frontera”, una inmersión a los fondos abisales que se ofrece en el cine con la última tecnología de gafas con visión 180º.
En conjunto, con estos referentes cabe destacar el éxito del planteamiento de BIOPARC como oasis natural, unido al objetivo principal de ser un centro de conservación de la biodiversidad y concienciación de la sociedad, para situarse como uno de los mejores parques de animales del mundo y paradigma del concepto de “ocio con causa”. El vanguardista diseño de zooinmersión permite contemplar la vida salvaje en una fiel reproducción de los hábitats naturales, y la incorporación del paisajismo y la botánica, con la cuidada jardinería, una combinación de arboleda que incluye la mayor colección de acacias de Europa, el agua con cascadas y cursos de ríos, aportan como resultado un espacio único. Los más de 6.000 animales de 150 especies disfrutan igualmente de este bienestar y los cuidados del equipo técnico, especialmente atento a la evolución de las distintas crías recién nacidas de primates y antílopes, así como de los más jóvenes como los elefantes Makena y Malik de dos y un año respectivamente.
En estos momentos es trascendental comunicar estos datos que manifiestan la urgente necesidad de re-naturalizar las ciudades, creando áreas verdes que ofrecen un gran beneficio a la población. Por una parte, espacios como BIOPARC son un refugio climático natural, es decir, mitigan el calor sin la utilización de aire acondicionado, sino mediante la vegetación de un inmenso jardín. Además, son vitales para combatir el cambio climático, absorbiendo C02 y regenerando la calidad del aire.