La Punta, ese barrio o pedanía de Valencia justo al lado de Nazaret a escasos minutos desde la Ciudad de las Artes y las Ciencias pero abandonado por el Ayuntamiento. Los vecinos de estos dos núcleos que forman la Punta han visto pasar las últimas legislaturas esperando ese plan de choque que nunca llegó, porque pagan como ciudadanos de la capital pero acrecen de los servicios de la capital. Han visto pasar a todos los partidos por el Ajuntament, a Compromís de la mano de Ribó en un gobierno con el PSPV que los abandonó, y ahora María José Catalá que gobierna junto a Vox, que sigue la estela de abandono de Ribó del barrio, excepto para hacerse la foto en las fiestas, y un día antes cortan las malas hierbas y pintan la señalética por donde pasará la procesión.
Abandono: la realidad que prosigue a pesar del cambio de gobierno
«Todo ha cambiado políticamente para que al final todo siga igual en el Ajuntament de Valéncia»
Es la realidad de un barrio al que abandonó Ribó y que ahora abandona Catalá -excepto en sus fiestas para hacerse la foto-.
Los robos se han multiplicado, o al menos los intentos, porque las escasas alquerías que quedan en pie, alguna está ocupada y las otras en la mayoría se ve una chapa metálica en la puerta para impedir las ocupen, porque muchos propietarios se han ido, sin servicios y con una vida dura han optado por irse a un lugar donde al menos tengan seguridad, ya que cada pocos días se registra por parte de los vecinos un intento de entrar en alguna vivienda.
Catalá instaló dos cámaras de vigilancia para esta pedanía dividida en dos núcleos, que de nada han servido, ya que las cámaras no pueden sustituir la labor policial de una policía casi desaparecida en el barrio.
Degradación en estado puro
Casas ocupadas, falta de servicios, el Cami Punta al Mar sigue sin aceras y siendo una carretera estrecha donde un autobús hace algunos años atropelló y mató a un señor mayor, en las cercanías de un colegio, pero lo peor han sido los años de prostitución, cuando a Ribó y al PSPV se le llenaba la boca de decir que Valencia era una ciudad libre de trata de blancas y de prostitución, las prostitutas callejeras se exhibían y los clientes tras seleccionarlas quan trozo de carne en un solar cercano realizaban las prácticas sexuales en el coche, justo enfrente de la Iglesia de la Punta. Para después llenar el solar de pañuelos y preservativos y restos de cientos de cohitos…
Se amontona suciedad, no se cortan las malas hierbas y los pocos campos que quedan no se pueden labrar porque el agua no llega por las acequias obstruídas por años de abandono.
Lo que sí tienen los vecinos ahora son ratas, como conejos, unos nuevos habitantes que han colonizado la zona, uniéndose a los amigos de lo ajeno y a los ocupas, toda una nueva fauna variopinta para un barrio que no progresa porque sus dirigentes políticos los han abandonado.
Incluso este diario tiene en un poder un vídeo de un individuo que a plena luz del día se pasea masturbándose sin ningún rubor por la calle junto al parque infantil y las viviendas, síntoma de la escasa presencia policial en la zona, lo dicho toda una fauna que soportan los vecinos gracias a la dejadez de las autoridades, de Ribó primero y ahora de la alcaldesa maría José Catalá, aquí nunca llegó el eslogan electoral de «sonríe el cambio ya está aquí» porque siguen exactamente igual que con Ribó, bueno, con dos cámaras de vigilancia más… eso sí… y con unos alcaldes pedáneos que ahora cobran mucho más por hacer lo mismo, o sea poco, por ser los títeres de una alcalde/sa , que no de ser el enlace con los vecinos.
Se nos está quedando una Valencia ideal, entre ocupaciones, abandono de los barrios, ratas e inseguridad
Ya es hora de actuar, porque todos los concejales votaron por dos veces ese plan de choque en 2017 y 2020, y no se ha llevado a cabo, ni por Ribó-PSPV ni ahora con Catalá-Vox. Esperemos que de nuevo los palmeros de la alcaldesa no quieran matar al mensajero y dejen de ocultar sus propias vergüenzas, este medio independiente seguirá denunciando las injusticias y el abandono institucional, que visto lo visto todos los partidos con representación institucional han abandonado a La Punta, juzgamos los hechos.
Tic-tac el reloj corre en contra de la alcaldesa María José Catalá
Juzguen ustedes la realidad que otros ocultan, porque si algo ha aprendido rápido la alcaldesa María José Catalá es a hacer justo lo que denunciaba de Ribó, estar al margen de la realidad y vender una realidad paralela, pare de hacerse fotos en fiestas y baje a las calles, paséese y vea una realidad, Valencia no funcionaba con Ribó y sigue ahora mismo sin funcionar con usted, María José Catalá, aún está a tiempo de remendar los errores, porque si no, como a Ribó, los ciudadanos les remendarán en las urnas y quedan tan sólo 19 meses pare la cita electoral… Luego no culpen ustedes a este medio de sus errores, y menos aseguren a sus afiliados que este medio es un medio «vetado» por sus «ataques a Catalá», sólo contamos la realidad, trabajen, aún están a tiempo, gestionen y déjense de fotos y poses, cumplan lo prometido.
