El Consell ha aprobado este martes una nueva línea de ayudas directas de 400 euros destinada a las familias vulnerables afectadas por la dana, con el objetivo de ayudarles a adaptar sus viviendas a las condiciones térmicas del invierno. La medida, impulsada por la vicepresidenta del Consell y portavoz del gobierno valenciano, Susana Camarero, beneficiará a unas 45.000 familias y se financiará íntegramente con las donaciones ciudadanas recaudadas a través del fondo solidario habilitado tras la catástrofe.
Una ayuda directa para los hogares más vulnerables
La Generalitat Valenciana destinará en una primera fase 18 millones de euros a este programa, aunque no descarta ampliar la dotación “si fuera necesario”, según ha explicado Camarero en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell. Los beneficiarios serán las familias residentes en las zonas afectadas por la dana que ya perciban una prestación no contributiva, la renta valenciana de inclusión o que hayan recibido ayudas de primera necesidad.
La novedad de este plan radica en que las familias no tendrán que solicitar el bono: la ayuda será abonada de oficio en la cuenta bancaria de cada beneficiario, con el objetivo de acelerar su llegada antes de la bajada de temperaturas.
El destino del fondo solidario ciudadano
Estas nuevas ayudas se sufragarán con el dinero recaudado en el cuenta solidaria que abrió la Generalitat tras las inundaciones de octubre de 2024. Según Camarero, el Consell “destinará la totalidad de los fondos aportados por la sociedad valenciana a la reconstrucción y recuperación de las familias damnificadas”.
Durante la presentación del programa, la vicepresidenta recordó que en octubre la oposición había pedido explicaciones sobre el uso de los fondos del fondo solidario. “Con este bono térmico completamos el destino de esas aportaciones ciudadanas y demostramos que cada euro recaudado revierte en las familias afectadas”, aseguró.
Apoyo a las familias afectadas por la dana
El bono térmico servirá para “sufragar los sobrecostes energéticos” que las familias afrontan al acondicionar sus hogares dañados por la catástrofe. Camarero destacó que este apoyo busca garantizar “condiciones adecuadas de habitabilidad” antes del invierno y que se enmarca en la política social del Consell para acompañar a las personas que más lo necesitan.
Además, aprovechó su intervención para reclamar al Gobierno central transparencia sobre el destino de los fondos recaudados por el Estado tras la dana. “Esos fondos siguen en el limbo. No tenemos respuesta sobre cuántos son ni a dónde han ido a parar”, afirmó la vicepresidenta, reclamando que “la ciudadanía merece saber qué se ha hecho con su dinero”.
Una medida con impacto social
Con esta iniciativa, la Generalitat busca reforzar la red de apoyo a las zonas más afectadas y responder con agilidad a las consecuencias sociales de la tragedia. “Esta ayuda no solo mitiga el frío, también devuelve confianza a quienes perdieron tanto”, concluyó Camarero.
