Tras la reciente DANA que golpeó a la Comunidad Valenciana, surge la pregunta: ¿Ha evitado el nuevo cauce del Turia que Valencia viva una tragedia como la devastadora riada de 1957? Con el antiguo cauce del Turia desbordado en plena ciudad hace más de seis décadas, la capital valenciana sufrió una catástrofe sin precedentes, con más de 300 muertes y miles de desplazados. Hoy, la obra del Plan Sur, que redirigió el río al sur de la ciudad, parece haber sido la solución para evitar que la historia se repita.
La riada de 1957: El origen de la transformación del río Turia
En octubre de 1957, una tormenta torrencial desbordó el Turia en Valencia, sumergiendo barrios enteros, especialmente en Campanar y los poblados marítimos. En zonas como la calle Doctor Oloriz, el agua alcanzó cinco metros de altura, destruyendo hogares y arrasando con todo a su paso. La ciudad quedó inundada de barro y escombros durante días, y el impacto de la tragedia fue tal que obligó a las autoridades a replantearse cómo proteger a la ciudad ante futuras crecidas.
La respuesta fue el Plan Sur, una obra de ingeniería colosal que trasladaría el cauce del río al sur de la ciudad, apartándolo del núcleo urbano y dotándolo de una capacidad que soportaría caudales de hasta 5.000 metros cúbicos por segundo. Desde su finalización en 1972, el nuevo cauce ha servido de escudo ante las lluvias torrenciales que, de otro modo, habrían puesto en riesgo las zonas habitadas de Valencia.
¿Cómo ha funcionado el nuevo cauce del Turia durante la última DANA?
Capacidad del cauce y respuesta ante lluvias extremas
La reciente DANA puso nuevamente a prueba el diseño del Plan Sur, y el nuevo cauce, que se extiende desde Cuart de Poblet hasta Pinedo, demostró su capacidad para gestionar el caudal sin desbordarse en las áreas urbanas. A diferencia de 1957, cuando la ciudad central quedó inundada, el agua esta vez ha podido fluir con relativa seguridad en la mayoría de los tramos del nuevo cauce. Las imágenes de valencianos en redes sociales, mostrando el río casi al límite de su capacidad, revelan la magnitud de este desafío y la importancia del Plan Sur.
En zonas como Picaña, donde el caudal alcanzó niveles máximos, el agua llegó a superar levemente algunos puntos, ocasionando daños como el derrumbe de un puente. Sin embargo, los barrios centrales de Valencia permanecieron a salvo, demostrando que el nuevo cauce cumplió su objetivo de desviar las aguas lejos del núcleo urbano.
Protección de infraestructuras vitales
Gracias a la reubicación del cauce, se han evitado daños en infraestructuras estratégicas como la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el Hospital La Fe y otros puntos críticos de la capital. Estas áreas, que podrían haber sido inundadas en caso de una crecida sin el Plan Sur, han quedado fuera del alcance de las aguas gracias al nuevo cauce.
Un proyecto de ingeniería que protege a Valencia: ¿Ha cumplido su misión el Plan Sur?
El nuevo cauce del Turia ha demostrado ser eficaz a la hora de evitar que una catástrofe como la de 1957 se repita en Valencia. Con una capacidad de 5.000 metros cúbicos por segundo, el diseño del Plan Sur fue concebido para soportar lluvias torrenciales como las de la última DANA y reducir al mínimo el riesgo de inundación en el centro de la ciudad.
Sin embargo, el cauce aún representa un punto de vigilancia para las autoridades, especialmente en eventos meteorológicos extremos. El cambio climático y la frecuencia de DANAS hacen que cada episodio de lluvias intensas ponga a prueba esta infraestructura. Aun así, la capacidad del cauce ha sido suficiente para absorber el caudal sin que se desborde en el casco urbano, algo que no habría sido posible si el Turia aún fluyera por su cauce original.
El balance: ¿Estamos a salvo de futuras tragedias?
La reciente tormenta ha confirmado que, hasta ahora, el Plan Sur cumple su misión de proteger Valencia, y ha evitado que se repita la tragedia de 1957. No obstante, el cambio climático plantea desafíos crecientes que podrían requerir medidas adicionales para mantener la seguridad de la ciudad. Por ejemplo, una revisión periódica del cauce y sus puentes, así como el fortalecimiento de las infraestructuras en áreas cercanas, como Picaña, ayudarían a minimizar posibles riesgos en futuras DANAS.
En conclusión, el nuevo cauce del Turia ha evitado que Valencia enfrente una catástrofe similar a la riada de 1957, actuando como un verdadero escudo ante las crecidas. Sin embargo, su eficacia dependerá en parte de las condiciones climáticas futuras y de la capacidad de adaptación de la ciudad ante los efectos del cambio climático.
¿Consideras que el Plan Sur es suficiente o piensas que Valencia debería reforzar sus medidas de prevención de inundaciones?