Este domingo, la Comunidad de Pescadores de El Palmar ha celebrado una de las tradiciones más antiguas de la Comunidad Valenciana: el sorteo de redolins, una práctica que este año cumple 775 años de historia. En la jornada se han distribuido 60 lugares de pesca fijos en la laguna de l’Albufera, conocidos como redolins, que marcarán el destino pesquero de los próximos doce meses.
Una jornada de emoción y legado
Cada segundo fin de semana de julio, los pescadores profesionales viven este evento con gran nerviosismo y expectación, ya que el lugar que les toque determina la cantidad y tipo de capturas que podrán obtener durante todo el año. Como aseguran desde la propia comunidad, este año el sorteo cobra aún más importancia debido a la delicada situación medioambiental de l’Albufera.
Patrimonio vivo de la pesca tradicional
Este sorteo no es solo una herramienta de organización y reparto justo, sino un verdadero ritual comunitario que ha sabido mantenerse siglo tras siglo, transmitiéndose de generación en generación. Constituye uno de los pocos ejemplos vivos en Europa de gestión colectiva de los recursos naturales basada en el derecho consuetudinario.