Tal y como informamos ayer, el Papa Francisco falleció este lunes a las 7.35 horas en su residencia de la Casa Santa Marta, en el Vaticano.
No había trascendido la causa exacta del deceso aunque su estado de salud era muy delicado tras los días pasados en el hospital por una neumonía bilateral grave.
Ictus cerebral y colapso
Así lo confirmó el informe oficial de defunción firmado por el profesor Andrea Arcangeli, director de la Dirección de Sanidad e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano.
La causa del deceso, según el acta médica, fue un derrame cerebral que desencadenó un coma profundo y un posterior colapso cardiovascular irreversible.
La muerte fue certificada tras realizar un estudio “electrocardiográma tanatológico”, un procedimiento clínico utilizado para confirmar la ausencia total de actividad cardíaca.
“El Papa Francisco murió por ictus cerebral y colapso cardiovascular irreversible”, afirma el parte firmado por Arcangeli y difundido esta tarde por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
“Declaro —escribe Arcangeli— que las causas de la muerte, según mi conocimiento y conciencia, son las arriba indicadas”.
El documento médico también señala que el Pontífice sufría de varios antecedentes clínicos graves, entre ellos
“insuficiencia respiratoria aguda en neumonía bilateral multimicrobiana, bronquiectasias múltiples, hipertensión y diabetes de tipo II”
El Papa Francisco, de 88 años, fue el primer pontífice latinoamericano y jesuita en la historia de la Iglesia.
Su pontificado, iniciado en 2013, se caracterizó por su enfoque pastoral, su lucha por los más pobres y su insistencia en una Iglesia más abierta, humilde y cercana a los marginados.
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