Denuncian que la contratación de intérpretes marroquíes afecta la confianza de los solicitantes de asilo saharauis, dadas las tensiones políticas entre ambas comunidades.
La portavoz de Derechos Humanos del Partido Popular en Les Corts, Marisa Gayo, ha manifestado su oposición a que el Ministerio del Interior español contrate traductores de origen marroquí para asistir a saharauis en sus procesos de solicitud de asilo. La decisión, dice Gayo, genera incomodidad en los solicitantes, quienes consideran que podría amenazar la imparcialidad y privacidad de sus testimonios. En un contexto de conflicto diplomático y cultural de décadas entre Marruecos y el Sáhara Occidental, este asunto ha suscitado un intenso debate en la Comunitat Valenciana, donde la solidaridad con el pueblo saharaui tiene un fuerte arraigo.
La denuncia del PPCV: una demanda de imparcialidad cultural
Desde el PPCV, Gayo asegura que el uso de traductores marroquíes en estos procesos es inapropiado debido a las sensibilidades políticas y culturales que caracterizan la relación entre ambas comunidades. La portavoz sostiene que la contratación de traductores con una nacionalidad vinculada al conflicto saharaui-marroquí no garantiza un entorno de confianza para quienes buscan refugio en España. “La situación que enfrentan los saharauis que solicitan asilo en España requiere un respeto especial a sus necesidades culturales y políticas”, declaró Gayo. Para el PPCV, esta decisión supone un potencial riesgo de afectación emocional y psicológica en los solicitantes, quienes pueden sentir que sus testimonios se ven comprometidos o pueden ser manipulados.
El conflicto saharaui-marroquí: una herida histórica
El conflicto del Sáhara Occidental tiene sus raíces en la década de 1970, cuando España abandonó la colonia del Sáhara Occidental y Marruecos reclamó el territorio, una acción rechazada por el Frente Polisario y que desencadenó años de tensión armada y desplazamientos forzosos de la población saharaui. Durante más de cuatro décadas, miles de saharauis han vivido en condiciones de refugiados en campamentos en Argelia, mientras otros han migrado a Europa, particularmente a España.
En la Comunitat Valenciana, el apoyo a la causa saharaui se ha reflejado en la creación de asociaciones, campañas y programas de acogida, como el programa “Vacaciones en Paz”, que cada verano permite a niños saharauis residir temporalmente con familias valencianas. Esta tradición de solidaridad refuerza la postura de que los solicitantes de asilo saharauis en la Comunitat deben ser tratados con especial sensibilidad cultural.
Preocupaciones sobre la confidencialidad y neutralidad en los procesos de asilo
La controversia se centra en la percepción de los saharauis de que traductores marroquíes puedan conocer o intervenir en sus testimonios, generando un posible conflicto de intereses y violando la confidencialidad que exige el derecho de asilo. Las asociaciones de apoyo a refugiados en la Comunitat Valenciana subrayan que la imparcialidad en los procesos de traducción es crucial para evitar cualquier influencia que pudiera distorsionar el relato de los solicitantes.
Defensores de derechos humanos argumentan que las instituciones deben tomar en cuenta las relaciones entre países y la historia de los solicitantes para poder asignar intérpretes neutrales que respeten las sensibilidades y la seguridad emocional de los refugiados. La percepción de los saharauis sobre los traductores marroquíes es comprensible: muchos de ellos ven en Marruecos a un enemigo directo en su lucha por la autodeterminación y temen que cualquier implicación de traductores de esa nacionalidad comprometa su privacidad y su bienestar.
La propuesta del PPCV: intérpretes imparciales y alternativas viables
En sus declaraciones, Marisa Gayo ha sugerido que el Ministerio del Interior considere la contratación de intérpretes sin vínculos con Marruecos o incluso intérpretes saharauis, siempre que estos garanticen la profesionalidad y el respeto de la confidencialidad. Esta alternativa, asegura Gayo, permitiría a los solicitantes de asilo saharauis sentirse más seguros y confiados durante el proceso de asilo, evitando que se sientan cohibidos o inseguros al compartir detalles sensibles sobre su situación.
El PPCV también ha propuesto que el Gobierno explore convenios con asociaciones de apoyo a refugiados que puedan facilitar intérpretes culturalmente neutrales, asegurando que se tomen en cuenta tanto las competencias lingüísticas como la sensibilidad al contexto de cada solicitante. Según Gayo, “es fundamental que las autoridades comprendan el impacto de sus decisiones en un colectivo vulnerable como el saharaui, que ha sufrido décadas de conflicto y desplazamiento”.
¿Qué dice el Ministerio del Interior?
Aunque hasta el momento el Ministerio del Interior no ha respondido oficialmente a las declaraciones del PPCV, fuentes cercanas indican que los intérpretes son seleccionados principalmente en base a criterios de competencia profesional y disponibilidad. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos señalan que esto no necesariamente asegura la neutralidad cultural y política que los solicitantes saharauis necesitan para sentirse seguros.
El uso de intérpretes culturalmente insensibles puede añadir una carga emocional innecesaria para los solicitantes de asilo y afectar su disposición para proporcionar testimonios precisos, ya que su percepción de seguridad y privacidad se ve directamente influenciada. En este contexto, expertos en derechos de asilo y refugio subrayan la importancia de adaptar los procedimientos a las realidades específicas de cada colectivo vulnerable.
Implicaciones para el futuro de la política de asilo en España
La controversia desatada en la Comunitat Valenciana podría poner de relieve la necesidad de revisar los criterios de contratación de intérpretes para los procesos de asilo, especialmente en casos en los que el país de origen del solicitante esté en conflicto con el país de procedencia del intérprete. En un contexto global donde los desplazamientos forzosos siguen aumentando, la experiencia en asilo de países receptores como España podría beneficiarse de la implementación de políticas más integrales y sensibles a los contextos culturales y geopolíticos.
¿Deberían reconsiderarse los criterios de selección de intérpretes en España?
La crítica del PPCV invita a una reflexión sobre la importancia de asignar intérpretes imparciales en los procesos de asilo. La situación plantea la pregunta de si las instituciones deberían diseñar criterios de selección que abarquen no solo la competencia técnica, sino también la sensibilidad cultural y política, de modo que los solicitantes de asilo puedan confiar en que su proceso será justo y respetuoso.
¿Crees que el Ministerio del Interior debería tomar medidas adicionales para garantizar intérpretes neutrales en los procesos de asilo? ¿Qué impacto podría tener esto en la experiencia y seguridad de los solicitantes de asilo en España?