El encarecimiento del alquiler no solo golpea a las viviendas. También los pequeños negocios lo sufren de lleno: el 43% de los autónomos dedica entre un 25% y un 50% de sus ingresos netos mensuales a pagar el local donde trabajan, según el Observatorio del Trabajo Autónomo de la organización Uatae.
Una amenaza para el comercio de proximidad
La secretaria general de Uatae, María José Landaburu, advierte de que esta carga económica “es insoportable” y se ha convertido en “una de las principales amenazas para el trabajo autónomo y el comercio de proximidad, especialmente en las zonas urbanas tensionadas”.
“En la mayoría de los casos, estos pagos no son opcionales: quien no puede asumirlos, cierra”, subraya Landaburu, que califica la situación de “estructural, no coyuntural”.
Márgenes cada vez más estrechos
Los autónomos denuncian que no pueden repercutir toda la subida de los alquileres en los precios que cobran a sus clientes. El resultado: beneficios cada vez más reducidos, falta de capacidad de inversión y negocios abocados al cierre.
Un estudio anterior de UPTA ya alertaba de que en solo tres años los alquileres de locales se habían encarecido más de un 20%, representando hasta el 40% de los gastos fijos de muchos comercios. En el centro de Madrid, por ejemplo, el precio medio alcanzaba los 35 euros por metro cuadrado, lo que supone 5.250 euros mensuales por un local de 150 metros.
Fondos de inversión y grandes cadenas, en el punto de mira
Uatae denuncia que, además del encarecimiento general del coste de vida, la presión viene dada por la “competencia desleal” de fondos de inversión y grandes cadenas, que elevan los precios de los locales y desplazan a los pequeños comercios tradicionales.
“El resultado es un modelo que destruye la identidad de barrios y ciudades, sustituyendo las tiendas de toda la vida por cadenas impersonales”, apunta la organización.
Exigen regulación del alquiler comercial
Ante esta situación, Uatae reclama regular los precios del alquiler de locales en zonas tensionadas, ampliar las ayudas directas para autónomos y revisar los contratos de arrendamiento comercial.
“No se puede sostener una actividad económica si entre una cuarta parte y la mitad de tus ingresos se van directamente al alquiler. Urge actuar para que la especulación inmobiliaria no hunda al trabajador autónomo”, concluye Landaburu.