El 29 de octubre de 2024, durante la DANA que devastó Valencia, persisten las dudas sobre el paradero de Carlos Mazón durante 37 minutos. La jueza investiga sus llamadas y la oposición exige explicaciones.
A punto de cumplirse un año de la DANA, el president Carlos Mazón sigue sin aclarar qué ocurrió en el tramo de tiempo en que no hubo rastro de su actividad oficial. La investigación judicial y la oposición reclaman respuestas.
37 minutos de silencio
A pocos días del aniversario de la DANA del 29 de octubre de 2024, el president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, vuelve a estar en el centro del debate político.
Las investigaciones judiciales y las nuevas declaraciones han reavivado una pregunta clave: ¿dónde estuvo el jefe del Consell durante los 37 minutos en los que no hubo ni rastro de su paradero el día de la catástrofe?
Aquel 29 de octubre, el presidente participó en una comida con la periodista Maribel Vilaplana en un conocido restaurante del centro de Valencia. Según su propio testimonio, después de la comida se dirigió al Palau de la Generalitat, pero su versión presenta contradicciones con los tiempos registrados y los movimientos posteriores.
Un recorrido bajo sospecha
Mazón aseguró que, tras abandonar el restaurante, siguió el itinerario habitual:
“De la calle Bonaire se pasa a la calle de la Paz, de allí a la plaza de la Reina, la calle Miguelete, la plaza de la Virgen, la calle Caballeros y finalmente el Palau”.
Sin embargo, los registros de ubicación y testigos sitúan un desvío: el president acompañó a la periodista hasta un aparcamiento en la zona de El Ventorro, en dirección contraria al Palau.
El trayecto duró unos 15 minutos, pero Mazón no llegó al Palau hasta casi una hora después.
Durante al menos 37 minutos de ese intervalo, no habría utilizado su teléfono móvil ni mantenido comunicaciones conocidas, según los primeros informes de la investigación.
La investigación judicial
La jueza que instruye el caso de la gestión política y operativa durante la DANA ha solicitado oficialmente a Les Corts Valencianes el listado completo de llamadas del presidente ese día.
El objetivo: determinar con quién habló, cuándo y sobre qué temas, especialmente en relación con la reunión del Cecopi (Centro de Coordinación de Emergencias).
Entre las comunicaciones bajo revisión se encuentran las que Mazón habría mantenido con la entonces consellera de Emergencias, Salomé Pradas, y otros miembros del gabinete autonómico.
Las críticas de la oposición
Desde la oposición, los portavoces han exigido explicaciones públicas.
El síndic de Compromís, Joan Baldoví, ha calificado las nuevas revelaciones de “incoherentes” y ha pedido transparencia total:
“Ni fue una comida de trabajo ni acudió directamente al Palau. Las versiones caen como castillos de naipes”.
También ha señalado las incongruencias visuales en las imágenes difundidas aquel día:
“En El Ventorro llevaba traje; cuando llegó al Cecopi, vestía un jersey amarillo. ¿Dónde estuvo en ese tiempo? ¿Por qué se cambió?”
El dirigente reclamó que el president “aclare dónde estuvo exactamente en la hora más crítica de la peor tragedia valenciana en décadas”.
Mazón mantiene silencio
Por el momento, el president Mazón no ha ofrecido una nueva versión pública.
Desde su entorno se insiste en que su actuación durante la emergencia “fue responsable” y que su presencia en el Cecopi se produjo “tan pronto como fue informado de la magnitud de la catástrofe”.
No obstante, las preguntas sin respuesta y las lagunas en la cronología siguen generando malestar social y político, especialmente entre las familias de las víctimas, que reclaman transparencia y rendición de cuentas.
Un aniversario entre la memoria y la polémica
El primer aniversario de la DANA llega envuelto en recuerdos, homenajes y heridas aún abiertas.
A la vez que se conmemora a las 229 víctimas mortales, crece el debate sobre la gestión de la emergencia y el papel de los responsables institucionales.
Mientras la justicia avanza en la recopilación de datos, la ciudadanía valenciana espera respuestas claras.
Porque en aquellos 37 minutos de silencio, el agua seguía cayendo y el miedo seguía creciendo.















