📍 Castelló, 17 de abril de 2025
El sector del azulejo ha salido a la calle este jueves en Castelló. Centenares de trabajadores y representantes sindicales de UGT y CCOO se han concentrado frente a la sede de ASCER (Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos) para protestar contra lo que consideran un bloqueo inaceptable en la negociación del nuevo convenio colectivo.
Con pancartas, proclamas y un mensaje claro, la protesta ha querido denunciar lo que los sindicatos califican como una propuesta “insultante” por parte de la patronal. Reclaman subidas salariales justas, el pago del quinto turno y una reducción de la jornada laboral, entre otras medidas que consideran necesarias y viables dadas las cifras del sector.
Una industria en auge con trabajadores al límite
“Tenemos un sector que no puede estar mejor: exportaciones en récord, beneficios al alza… y sin embargo, se plantea un retroceso en los derechos de quienes lo sostienen con su trabajo”, ha denunciado Rosario Benítez Morón, secretaria general de FICA UGT-PV.
Según los sindicatos, la propuesta patronal pretende eliminar complementos como la antigüedad y los pluses de toxicidad, recortar descansos y, en general, consolidar condiciones más precarias. Para Jordi Riera, portavoz de CCOO en el sector, “no solo no hay avances, sino que la patronal quiere eliminar derechos consolidados”.
«No volveremos a la mesa hasta que retiren esa propuesta»
Tanto UGT como CCOO han sido tajantes: no retomarán las negociaciones mientras siga sobre la mesa la actual propuesta de la patronal. Exigen un texto que refleje el buen momento económico del sector y reconozca la labor del personal.
“El empleo de calidad no puede quedarse fuera del beneficio. La cerámica necesita un convenio digno del siglo XXI”, ha remarcado Benítez.
Rumbo a la huelga si no hay cambios
La movilización de hoy se suma a otras concentraciones recientes, pero los sindicatos no descartan una huelga sectorial si la situación no cambia en las próximas semanas. «Estamos dispuestos a continuar con las movilizaciones y a intensificar la presión», han advertido desde ambas organizaciones.
El conflicto pone sobre la mesa un viejo dilema: ¿puede un sector con buenos resultados económicos seguir resistiéndose a mejorar las condiciones de sus trabajadores? Para UGT y CCOO, la respuesta está clara.
















