El Ayuntamiento de Valencia ha dejado claro que no concederá al Valencia CF la licencia de explotación terciaria en el Nou Mestalla hasta que el club no cumpla con su compromiso de financiar el polideportivo de Benicalap. Este requisito es una compensación a los vecinos de este barrio, que esperan la construcción de esta instalación pública junto al nuevo estadio.
El Ayuntamiento de Valencia ha anunciado que el Valencia CF no podrá avanzar en la obtención de la licencia de uso terciario para el Nou Mestalla hasta que el club no pague los costes asociados a la construcción del polideportivo de Benicalap, un proyecto pendiente desde hace varios años. Esta instalación, que debería haberse realizado como parte del plan para el desarrollo del nuevo estadio, es una exigencia municipal como compensación para los vecinos de la zona, quienes han esperado la creación de esta infraestructura deportiva tras el traslado del estadio desde su ubicación histórica en Mestalla.
Un proyecto congelado: El Nou Mestalla y las promesas incumplidas
El Nou Mestalla, que debía ser uno de los estadios más modernos de Europa, ha quedado en una especie de limbo desde que las obras se detuvieron en 2009 debido a la crisis económica y los problemas financieros que han afectado al Valencia CF. Desde entonces, el proyecto ha sido una fuente constante de tensiones entre el club y el Ayuntamiento de Valencia, así como entre el club y sus propios aficionados.
Una de las promesas claves cuando se aprobó el plan para la construcción del nuevo estadio fue la creación de un polideportivo en el barrio de Benicalap, como parte de un compromiso social con la comunidad que rodea el nuevo recinto. Sin embargo, hasta la fecha, el Valencia CF no ha cumplido con esta obligación, lo que ha generado una creciente frustración tanto en los vecinos como en las autoridades municipales.
La licencia de uso terciario: Un bloqueo estratégico
El Ayuntamiento de Valencia ha condicionado la concesión de la licencia de uso terciario para el Nou Mestalla al cumplimiento de este compromiso por parte del club. Esta licencia permitiría al Valencia CF explotar comercialmente una serie de espacios dentro y alrededor del estadio, lo que incluye zonas destinadas a tiendas, restaurantes y otros negocios. Estos ingresos terciarios son fundamentales para la viabilidad financiera del proyecto del Nou Mestalla, ya que permitirían al club generar beneficios adicionales más allá de los obtenidos por la venta de entradas y derechos televisivos.
Fuentes municipales han sido claras al respecto: hasta que el Valencia CF no deposite en las arcas municipales el dinero necesario para la construcción del polideportivo de Benicalap, no se le otorgará la licencia de uso terciario. Esta decisión busca presionar al club para que cumpla con sus compromisos y no continúe dilatando la construcción de la instalación pública, que sigue siendo una demanda histórica de los vecinos.
Un conflicto prolongado entre el club y la ciudad
El retraso en la construcción del Nou Mestalla ha sido uno de los capítulos más amargos en la historia reciente del Valencia CF. El estadio, cuyas obras comenzaron en 2007, se concibió como una pieza clave para el renacimiento del club, pero la falta de financiación y una serie de problemas internos han convertido el proyecto en un símbolo de las dificultades económicas y deportivas que ha enfrentado el equipo en la última década.
En 2021, el Valencia CF y el Ayuntamiento alcanzaron un acuerdo para reactivar las obras del Nou Mestalla, bajo la condición de que el club cumpliera con una serie de requisitos, incluyendo el compromiso de financiar el polideportivo de Benicalap. Sin embargo, los avances han sido mínimos, y el Ayuntamiento ha mantenido una postura firme en su exigencia de que el club cumpla con todas las condiciones antes de otorgar cualquier licencia.
Reacciones de los vecinos de Benicalap
Los vecinos de Benicalap han expresado su frustración con el Valencia CF por la demora en la construcción del polideportivo. Para ellos, esta infraestructura no es solo una promesa incumplida, sino una necesidad real para el desarrollo de su barrio. La construcción del Nou Mestalla implicó una serie de cambios urbanísticos en la zona, y la comunidad esperaba recibir a cambio una instalación deportiva moderna que beneficiara tanto a los residentes como a los visitantes.
Asociaciones vecinales han pedido en varias ocasiones al Ayuntamiento que aumente la presión sobre el club para que cumpla con su obligación, y la decisión de condicionar la licencia de uso terciario ha sido bien recibida por muchos. “El Valencia CF debe cumplir con su palabra. Los vecinos hemos sido pacientes, pero ya ha pasado demasiado tiempo sin que se vea ningún avance real”, comentaba un portavoz de una de las asociaciones vecinales de Benicalap.
El Valencia CF: Presión financiera y deportiva
Para el Valencia CF, esta situación llega en un momento delicado. El club ha atravesado una serie de problemas financieros en los últimos años, lo que ha afectado tanto su rendimiento deportivo como su capacidad para cumplir con las obligaciones contractuales asociadas al Nou Mestalla. La presión para finalizar el estadio es cada vez mayor, tanto por parte de la afición como de las autoridades, pero el club se encuentra atrapado entre la necesidad de encontrar financiación y la exigencia de cumplir con los compromisos adquiridos.
La concesión de la licencia de uso terciario es crucial para la viabilidad económica del proyecto, ya que permitiría al Valencia CF monetizar áreas comerciales en el nuevo estadio, atrayendo inversiones y generando ingresos adicionales. Sin embargo, hasta que no se resuelva el asunto del polideportivo de Benicalap, el club no podrá avanzar en este aspecto clave para su futuro.
El futuro del Nou Mestalla y la resolución del conflicto
La relación entre el Valencia CF y el Ayuntamiento de Valencia ha sido tensa en los últimos años debido a los repetidos retrasos en la finalización del Nou Mestalla. Sin embargo, este nuevo bloqueo podría ser un punto de inflexión. El Ayuntamiento ha dejado claro que no permitirá más dilaciones y que el club deberá cumplir con sus obligaciones si quiere avanzar con el proyecto.
A medida que las negociaciones avanzan, la pregunta que surge es si el Valencia CF podrá encontrar los recursos necesarios para cumplir con el pago del polideportivo de Benicalap y obtener la licencia de uso terciario. Este será un punto clave no solo para el futuro del estadio, sino también para la relación entre el club y la ciudad, que ha sido fundamental en el desarrollo del proyecto desde sus inicios.