El Centre Cultural La Nau de la Universitat de València inaugurará el jueves, 22 de mayo, a las 20 horas, la exposición ‘Higiene pública: la sociedad como cuerpo enfermo’. Es un proyecto del artista Daniel Gasol, comisariado por Patricia Sorroche Quesada y producido por la Universitat de Valéncia, que podrá visitarse hasta el 31 de agosto, en la Sala Estudi General de La Nau.
Con esta exposición, se inaugura una línea de exposiciones que La Nau ha programado bajo el título: ‘El valor de la diversidad: arte, restitución y memoria’. La siguiente exposición será: ‘Miguel de Molina: quiero ser diferente’, que se inaugurará el 30 de junio en la Sala Academia del edificio.
‘Higiene pública: la sociedad como cuerpo enfermo’ es un proyecto alrededor de la obra del artista Daniel Gasol que reflexiona, desde el presente, sobre la relación entre legislación, ciencia y religión que criminaliza, medicaliza y castiga a quien no cumple las normatividades del sistema capital, con la condición de ser “ciudadanos de bien” / “buenos ciudadanos”. A partir del análisis de los códigos y las leyes de Vagos y Maleantes (1933-1970) y de Peligrosidad Social (1970-1995), el proyecto examina cómo ambas leyes abordaron cuestiones de género, raza y clase social intentando administrar, regular y disciplinar deseos y relaciones sexoafectivas entre personas. En las obras de Gasol se entremezclan el archivo, la instalación, lo performático y el documento audiovisual. Sus obras, según explica tanto él mismo como la comisaria, parten de un espacio interseccional para desplegar a modo de documento artístico-médico-científico como muchas voces no solo fueron estudiadas y exhibidas como paradigma del “no ser” y, por tanto, “qué ser”, sino que patologizaron sus existencias, que intentaron ser corregidas en forma tratamientos, terapias o encierros en cárceles en un sistema de control social y político.
La exposición está compuesta por diversas instalaciones realizadas ex profeso por el artista para esta muestra, como una galería de anatomías patológicas con bustos e informes médicos y policiales; una gran instalación que reproduce carpetas médicas metálicas de lo que se consideraba como una “vida sexual sana”; imágenes de diferente índole intervenidas; revistas y documentación de la época que ha sido enmarcada; reproducciones de instrumentos quirúrgicos de corrección sexual; informes clínicos de homosexuales así como expedientes por homosexualismo de peligrosidad intervenidos y siempre conservando el anonimato. Estructurada en cuatro secciones, y con el afán de concienciar, al final del recorrido, el público tendrá la oportunidad de manipular y consultar réplicas de estos expedientes.
A partir de la aprobación de la Ley Vagos y Maleantes por parte de las Cortes de la Segunda República, conocida como La Gandula, se pretendió legislar y controlar una masa social formada por vagabundos, rufianes, mendigos, nómadas u otras formas de vida, con el objetivo de prevenir comportamientos “antisociales” mediante tratamientos correctivos en forma de multas o campos de concentración. Más adelante, la ocupación militar franquista conservaría la ley en su depuración ideologicolegislativa bajo algunas modificaciones, y sería substituida por la Ley de Peligrosidad Social (1970) hasta su derogación en 1995. Ambas leyes son sustentadas sobre la base ideológica del siglo XIX llamada higienismo, que, bajo la apariencia de mantener determinadas condiciones de salubridad en las ciudades, sirvió como medio para catalogar, neutralizar y homogeneizar un modelo de sociedad burguesa basado en la moral.
Así pues, la de Vagos y Maleantes no fue una ley que sancionaba delitos, sino que intentó prevenirlos mediante corrientes criminológicas y prácticas científicas como la antropometría, la craneología o la frenología, que aspiraban a identificar y clasificar a sujetos en “estado peligroso” mediante rasgos somáticos y psicológicos “anormales” que debían ser tratados y corregidos. Como resultado de la triangulación entre ciencia, legislación y religión que conforman los grandes relatos de la modernidad, el Estado diseñó las leyes de Vagos y Maleantes así como Peligrosidad Social como formas de disciplinar, a partir del ejercicio del trabajo, a sujetos en estado de peligrosidad desde colonias agrícolas, establecimientos de custodia o casas de templanza para dar salida a los 2.400 expedientes solo el primer mes.
Con las modificaciones legislativas y los cambios religiosos, sociales y científicos durante la vigencia de ambas leyes, en el periodo democrático el número de expedientes se redujo considerablemente, aunque, sin embargo, aún en la actualidad hay ciertos vestigios ideológicos en forma de tratamientos, diagnósticos, juicios morales, patologizaciones, procedimientos u otras formas de orden que condicionan profundamente la forma en la que construimos el llamado conocimiento legítimo, nuestras formas de operar, relacionarnos y existir. La exposición muestra como estas leyes afectaron a gran parte del país y, al tiempo, lo sitúa en el caso concreto de la provincia de Valencia.
Congreso Internacional sobre la memoria queer y trans
En el marco de esta exposición, se organiza un Congreso Internacional: ‘Revolver la memoria queer y trans. Archivos y periferias‘, un proyecto que reúne varias universidades europeas, en el marco de un proyecto de investigación, con el objetivo de dar visibilidad a las periferias, más allá de lo considerado “normal y hegemónico” y a los “contrarchivos”, frente a los archivos que se identifican como espacios de ordenación de los saberes y, por lo tanto, también de poder.
Investigadoras e investigadores venidos de diferentes países de Europa, activistas queer y trans, así como artistas procedentes de diversas disciplinas se reúnen hasta el viernes 23 de mayo, en La Nau para proponer casos concretos de reconstrucción de estas memorias y archivos.
Con todo, en este programa se ha contado con varis propuestas desarrollas dentro de la Comunitat Valenciana, como El Punt, espai de lliure aprenentage, especialistas y críticos como Juan Vicente Aliaga, cuyo trabajo se centra en la diversidad sexual, el arte feminista y el papel del género en la obra de artistas contemporáneos y constituye un referente dentro en los estudios queer, o el investigador, Joaquín Artime, que acaba de presentar un proyecto a partir de su trabajo de tesis doctoral que se llama ‘Archivo de Artistas Queer en Valencia 1975-2024’