Valencia despide hoy a una de sus grandes almas falleras. Julián Carabantes, presidente de la Agrupación de Fallas del Marítimo y expresidente de la comisión de Barrio Beteró, ha fallecido este martes tras sufrir una caída mientras colocaba una senyera en la sede de su agrupación, recientemente inaugurada.
Su repentino adiós ha causado una profunda conmoción en todo el mundo fallero. Carabantes era mucho más que un dirigente festivo: era un referente, un apasionado de las tradiciones, un incansable defensor de las Fallas.
Durante décadas, Julián entregó su tiempo, su energía y su corazón a mantener viva la llama de la cultura fallera en el Marítimo y más allá. Decoraba, organizaba, debatía en tertulias televisivas, vestía con orgullo los colores del Valencia CF como mascota, y siempre encontraba tiempo para estar al lado de sus compañeros. Lo hacía todo por y para las Fallas, como ha quedado demostrado incluso en sus últimos momentos.
Las reacciones no se han hecho esperar. La alcaldesa María José Catalá se ha mostrado «consternada» por la pérdida de alguien con una «dedicación incansable» que deja «una huella imborrable en Valencia». El edil Pere Fuset también ha enviado un «abrazo fuerte» a las Fallas del Marítimo, mientras que desde la Federación de Fallas de Sección Especial han hablado de «un día terrible» para todo el colectivo.
Quienes lo conocieron destacan algo por encima de todo: Julián era ante todo un amigo. Y eso, como han dicho desde su agrupación, lo era todo.
Descanse en paz Julián Carabantes. Valencia y sus Fallas no te olvidarán.