Esta semana se ha celebrado una de las fiestas de barrio más típicas de Valencia y vinculada a las Fiestas Vicentinas de Valencia, la Fiesta de los Niños de la Calle San Vicente, que celebraba ni más ni menos que 400 años de antigüedad.
Invisibilidad absoluta de las Fiestas de Valencia
Una vez más, la tónica general fue la escasa colaboración municipal y la nula visibilidad de estas tradiciones, que se circunscribe a la presencia de la concejal alicantina y residente en Torrent Mónica Gil, igual su total desconocimiento en las fiestas y tradiciones de esta Ciudad la hace patinar y no valorar el patrimonio cultural festivo de la Ciudad con más de 90 fiestas a proteger, valorar y visibilizar.
Este 400 aniversario de la fiesta no defraudó, el que sí defraudó es el Ajuntament de Valéncia, como es la tónica general en las fiestas de la ciudad. Y una invisibilidad y falta de promoción absoluta municipal
La promoción institucional
La promoción se circunscribe a hacer algún cartel y poner en algunos mupis de la Ciudad y la presencia de la concejal en Misas y demás celebraciones religiosas, pero nada de notas de prensa y menos de poner en valor estas fiestas, con actos como pregones a los que ni se invita a la prensa y menos se pasan fotos ni notas de los eventos, una concejalía cerrada en sí misma que defrauda a propios y extraños.
La fiesta de los Niños de la Calle San Vicente
La novedad de este año es la apertura con un cuadro plástico de Sorolla , el de «las grupas» y numerosos cuadros valencianos, festivos, tradicionales desfilaron por el Carrer Sant Vicent, con el patrón. Los niños y las tradiciones vuelven a tomar esta Vía Augusta del Cap i Casal, la calle de San Vicente.
Aunque la procesión se tenía que admirar entre los huecos de vehículos y contenedores, desluciendo el festejo.
La imagen de Sant Vicent llega al punto del Altar, donde es entronizada, tras acabar el recorrido de la Procesión. Poco a poco, los niños, se van colocando a derecha e izquierda de la rampa que llevará al Santo hasta el punto más alto del altar que figura un casalicio donde durante más de 24 hora estará San Vicente. La «Traca correguda» dará por finalizada la entronización y la Procesión.
A parte de las autoridades para la foto, estuvieron en la Fiesta sus representantes, las clavariesas, y la Honorable Clavariesa de las Fiestas de Sant Vicent Ferrer, así como la Corte de Honor y la Fallera Major Infantil de Valencia.
Además representantes de comisiones falleras de la zona y los protagonistas, los niños y las parroquias de la zona.
El origen de la Fiesta
Corría el año 1.624 cuando el Colegio de Huérfanos de San Vicente Ferrer, fundado en 1.410 por este santo valenciano, trasladó su sede desde las inmediaciones de la Iglesia de San Agustín a la entonces denominada Calle Sagasta.
En los últimos tiempos de su estancia en su antigua sede, venía siendo tradicional que los niños realizasen procesiones en la zona con una imagen de San Vicente, vistiendo el hábito de los dominicos y cantando los gozos del santo, mientras solicitaban limosna a los vecinos.
Tras el traslado, los vecinos continuaron recordando cada año esas procesiones, en memoria de los niños de la calle de San Vicente, dando con ello origen a la que desde entonces tradicional Fiesta, en el mes de Junio de 1624 se reunieron los comerciantes de la Calle de San Vicente, organizando los actos que realizarían por primera vez en Junio de 1625, siendo la primera fiesta oficial, que anualmente se celebra organizada por la asociación Fiesta de los Niños de la Calle San Vicente.
Una gran fiesta de Valencia bajo el olvido
El olvido institucional no está provocado por la ausencia de concejales, que van a lucir el palmito, sino por la invisibilidad absoluta de estas fiestas tradicionales, más en el 400 aniversario de la misma. Una lástima que el Ayuntamiento se ciña a cubrir el expediente una vez más, lo que demuestra el desconocimiento absoluto de la Concejalía, tanto de su concejal como de su asesora, de las fiestas de la Ciudad.
