La mañana está siendo intensa en la joya del Modernismo valenciano que es el impresionante Mercado Central de Valencia, donde se ubica el principal mercado de productos frescos de Europa.
El problema es el completo abandono del edificio por el Ajuntament de Valencia, que lo ha sumiso en el caos.
En verano el calor es insoportable, y en invierno el frio es intenso. Entre medio, en época de lluvias no vendrían mal flotadores.
Goteras y más goteras en el Mercado Central de Valencia
Si de normal uno cuando baja al sótano puede contar hasta una docena de goteras reparadas con cubetas de plástico que se conectan a las tuberías, esta mañana con la lluvia ha aparecido las goteras dentro del mercado.
«No sabemos si llueve más dentro o fuera del mercado»
Tajante esta vendedora que asegura que durante toda la mañana deberá estar la limpiadora achicando el agua. Pero lo peligroso es que la cerámica lisa del suelo de los pasillos se ha convertido en una pista de patinaje.
La respuesta siempre la misma, no hacer nada
La asociación de vendedores y trabajadores La Cotorra ya se ha hartado del asunto. Hace un año que pidieron una reunión urgente con el concejal de Mercados, Santiago Ballester, hasta en tres ocasiones lo has solicitado, y ninguna de ellas ha tenido contestación.
Pidieron una reunión con la alcaldesa que sí obtuvo reunión emplazándoles al concejal Santiago Ballester responsable de mercados, y de nuevo, la callada por respuesta.
«Llamamos a la concejalía y nos dicen que la gestión es privada que los problemas a ellos, y cuando llamamos a las oficinas nos remiten a concejalía»
Un sinsentido absoluto que hace a los vendedores sentirse como pelotas de pingpong, y que nunca consiguen se solucione absolutamente nada.
«Todo este verano lo hemos pasado con temperaturas superiores a lo permitido por la ley de seguridad laboral, tanto la gerente como concejalía son conocedores y permiten que se vulneren sistemáticamente los derechos de los trabajadores y se ponga en peligro su salud»
Ahora el problema es que las paradas han pasado de tener que proveerse de ventiladores, pingüinos,… y medidas de refrigeración a necesitar paraguas dentro del Mercado. Una lástima que esta joya declarada BIC esté completamente abandonada por el Ayuntamiento de Valencia, vulnerando la ley de patrimonio una vez más.