José Ángel Núñez Mora, responsable de Climatología en la AEMET, declara en sede judicial sobre la tragedia del 29 de octubre, cuestionando la respuesta del Consell y la falta de reacción ante alertas meteorológicas extremas.
Una declaración que pone en el punto de mira a la Generalitat
La jornada del 29 de octubre de 2024 quedó marcada en la memoria colectiva de la Comunidad Valenciana. Un episodio de lluvias torrenciales asociado a una DANA arrasó diversas comarcas del territorio, dejando un balance trágico de 228 personas fallecidas. Hoy, meses después, la causa judicial avanza para esclarecer si hubo responsabilidades institucionales por omisión o mala gestión.
Uno de los momentos clave de la investigación ha tenido lugar con la comparecencia de José Ángel Núñez Mora, jefe del área de Climatología de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en la Comunitat Valenciana. Su testimonio ante la magistrada que dirige la causa, Nuria Ruiz Tobarra, ha dejado una impresión contundente: el aviso rojo emitido aquel día fue extraordinario, pero la reacción política no estuvo a la altura.
“Es un aviso que apenas se activa una vez al año”
Con tono serio y cargado de datos técnicos, Núñez Mora explicó que el aviso rojo por precipitaciones extremas “es algo muy poco habitual. En 2024 fue el primero del año. En 2023, solo se activó una vez”. Según relató, a las 8:45 de la mañana del 29 de octubre, tres cuartas partes de la provincia de Valencia ya se encontraban bajo este nivel máximo de alerta.
En esa franja horaria, Núñez se reunió con la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana. “Nos pidieron estar atentos a lo que se necesitara. El riesgo era evidente”, comentó. Sin embargo, lo que sucedió poco después le dejó desconcertado.
El mensaje de Mazón: “Intentaba tranquilizar”
A las 11:47 horas de ese mismo día, el president de la Generalitat, Carlos Mazón, apareció en televisión y difundió un mensaje en redes sociales asegurando que “el temporal se desplaza hacia la Serranía de Cuenca” y que “la intensidad de las lluvias disminuirá a partir de las 18:00”. A juicio de Núñez Mora, “ese fue el primer momento incomprensible del día”.
“Lo que dijo no coincidía con nuestras previsiones. Daba cifras extremadamente altas que solo podían venir del sistema hidrológico del Júcar y, aun así, parecía más centrado en calmar a la población que en advertir del peligro real”, añadió con preocupación. “Me pareció un mensaje tranquilizador, cuando la situación era gravísima. A algunas zonas no llegaban médicos. Ya había pueblos inundados y cortes de carretera, todo se veía en directo en televisión”.
Falta de liderazgo en el centro de coordinación
Según detalló el climatólogo, otro de los aspectos que más le preocupó fue la falta de liderazgo en el Centro de Coordinación Operativa Integrada (CECOPI). “El centro se reunió tarde, sin una dirección clara, cuando el temporal ya estaba haciendo estragos. Desde AEMET llamamos 24 veces al 112 ese día para advertir de que lo peor llegaría por la tarde”.
Pese a los contactos, el mensaje de alerta masiva a la población no se emitió hasta última hora del día. “El confinamiento sectorizado se propuso, pero no se ejecutó. Estaban las comunicaciones caídas, había pueblos como Montroy y Real aislados, y aún así no se activaron todas las herramientas preventivas”, subrayó Núñez.
Un testimonio cargado de tensión
La intervención de José Ángel Núñez ante la jueza fue minuciosa, cargada de detalles técnicos y de emociones contenidas. Reconoció haber recibido amenazas tras sus primeras declaraciones públicas y sentirse “señalado” por parte de algunos responsables institucionales.
“Solo estábamos haciendo nuestro trabajo. La meteorología puede anticipar, pero las decisiones deben venir de quien tiene la responsabilidad política. Y el 29 de octubre, esas decisiones llegaron tarde o no llegaron”, declaró.
¿Podría haberse evitado la tragedia?
Aunque la pregunta no tiene una única respuesta, lo cierto es que el testimonio de Núñez ha abierto un debate público sobre cómo se gestionan las emergencias climáticas en la Comunidad Valenciana. ¿Existe una cultura real de prevención ante fenómenos extremos? ¿Son los políticos conscientes del peso de sus declaraciones durante una crisis?
En barrios de Valencia como Patraix o Benicalap, o en localidades como Algemesí, Alzira o Carcaixent —gravemente afectadas por la DANA— aún se respira la tristeza de aquel día. Vecinos que vieron cómo el agua lo arrasaba todo, familias que aún buscan explicaciones y una sociedad que exige responsabilidades.
Un antes y un después en la gestión climática
El cambio climático está provocando que eventos como el del 29 de octubre sean cada vez menos excepcionales. El aviso rojo ya no puede ser tratado como una rareza. La ciudadanía espera de sus instituciones una respuesta rápida, clara y eficaz.
José Ángel Núñez Mora no solo compareció como experto, sino también como ciudadano. Su testimonio ha sacudido los cimientos de la gestión política valenciana, y muchos se preguntan si esta tragedia marcará un antes y un después.
📌 Preguntas frecuentes
¿Qué significa un aviso rojo de la AEMET?
Es el nivel más alto de alerta meteorológica, activado ante situaciones extremadamente peligrosas para la población, como lluvias torrenciales o vientos huracanados.
¿Cuándo se activó el aviso rojo en Valencia por la DANA?
El 29 de octubre de 2024, a las 7:36 horas, AEMET activó el aviso rojo para la mayor parte de la provincia de Valencia.
¿Qué dijo el president Mazón ese día?
A las 11:47 horas, Mazón declaró que el temporal se desplazaba hacia Cuenca y que la situación mejoraría por la tarde, algo que, según los expertos, no se correspondía con las previsiones meteorológicas.o, y la próxima DANA, lo dirán.