Héctor Melero, rompió barreras históricas al convertirse en el primer fiscal ciego de España, ahora trabaja en la Ciudad de la Justicia de la capital del Túria.
Ciego de nacimiento, este joven jurista logró superar las durísimas oposiciones a la carrera judicial y fiscal, memorizando 325 temas durante cinco años de estudio, apoyado por un lector de pantalla adaptado a sus necesidades.
Su ingreso fue posible gracias a una medida del Consejo General del Poder Judicial en 2014, que abrió la puerta a personas con discapacidad visual, permitiendo el acceso con las adaptaciones necesarias.
Durante su formación en la Fiscalía Provincial de Valéncia, Melero recibió el respaldo de la ONCE, que le proporcionó una línea Braille y una impresora adaptada.
Su camino no ha estado exento de retos, pero ha dejado claro que la determinación y la inclusión pueden abrir las puertas más exigentes.
Una vocación con mirada justa y firme
Melero ha manifestado su interés por especializarse en casos de violencia de género y delitos relacionados con drogas.
En su primer juicio por un robo, demostró que su ceguera no le impide ejercer con profesionalismo: una funcionaria le describe los elementos visuales del caso, permitiéndole seguir el proceso con plena competencia.
Actualmente, se desplaza por la Ciudad de la Justicia de Valéncia con bastón y el apoyo de una funcionaria, aunque recientemente ha comenzado a acudir con su perro guía Anis, lo que simboliza un paso más hacia su autonomía.
Su historia no solo inspira, sino que abre el camino hacia una justicia verdaderamente inclusiva.
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