¿Reivindicar es válido? Sí. ¿Dejar de asistir a clase por cuestiones políticas externas? «Cuestionable.»
El compromiso con la educación también pasa por reflexionar a fondo sobre el sentido y la forma de estas movilizaciones.
En el contexto educativo, se ha generalizado el uso del término “huelga” para describir paros estudiantiles por causas sociales o políticas. Sin embargo, este concepto resulta inapropiado: los estudiantes no tienen relación laboral ni empleador al que reclamar. Lo adecuado sería hablar de «paro académico» o «movilización».
Llama la atención que muchas de estas protestas giren en torno a conflictos internacionales o causas ideológicas, mientras «cuestiones como la ausencia de presupuestos generales, la reducción de becas o el deterioro de infraestructuras educativas apenas generan movilización».
Estas acciones suelen ser promovidas por organizaciones estudiantiles con una clara orientación ideológica, lo que plantea preguntas sobre su neutralidad y sobre si representan a todo el colectivo universitario. El impacto de este tipo de protestas va más allá de lo simbólico: el absentismo reiterado puede afectar al rendimiento académico y contribuir al abandono.
«Reivindicar está bien. Pero quizás ha llegado el momento de preguntarse si las prioridades están bien enfocadas.»