La Asociación Independiente de Agricultores de Nules ha expresado su profundo malestar con la Comisión Europea tras la respuesta recibida sobre la petición n.º 1203/2024, en la que se denunciaba el grave impacto de las plagas en los cultivos de cítricos. Los agricultores acusan a la UE de negar compensaciones pese a un aumento del 60% en los costes de producción y de mentir sobre las medidas fitosanitarias implementadas.
Las falsedades en el tratamiento en frío que realiza la UE
La Comisión Europea defendió el tratamiento en frío como una medida efectiva para prevenir plagas en las importaciones de naranjas. Sin embargo, los agricultores señalan que esta afirmación es engañosa: «El estándar internacional exige medir la temperatura en la pulpa del fruto, no la temperatura ambiente del contenedor. La UE está haciendo trampas», denunció Adán carrilero, portavoz de la asociación.
Además, critican que el tratamiento en frío solo se aplique a las naranjas, ignorando otros cítricos como limones, mandarinas o pomelo, lo que convierte estas importaciones en “Una puerta de entrada para plagas».
Prioridades equivocadas: consumidores vs. sostenibilidad
La Comisión justifica sus políticas alegando la necesidad de garantizar el suministro de cítricos todo el año para los consumidores europeos. Pero los agricultores replican.
«Europa prefiere sacrificar el medio ambiente y la soberanía alimentaria en favor de los intereses de la gran distribución».
– Contaminación marítima: El transporte de fruta desde países como Sudáfrica o Argentina genera una huella de carbono desproporcionada.
– Hambrunas y desprecio alimentario: Mientras en países exportadores hay escasez de alimentos, sus cosechas se envían a Europa para maximizar beneficios.
– Competencia desleal: Los productores locales se ven obligados a competir con importaciones baratas, fuera de temporada, que socavan los precios.
Pero además es una tremenda injusticia que sonroja a la UE, y pone en evidencia la carga explosiva de lo que le supone al Parlamento Europeo, supuestamente democrático y veraz, y es el hecho de que los países terceros están tratando con fitosanitarios prohibidos en la UE y por lo tanto en España.
El monopolio de la alimentación
«La UE solo quiere que unas pocas multinacionales controlen lo que comemos», afirmó Carrilero. Los agricultores acusan a Bruselas de favorecer los intereses de la agroindustria y la gran distribución, mientras abandona a los pequeños productores. «Venden coches, pero no protegen nuestro campo», añadió, en referencia a los acuerdos comerciales que priorizan otros sectores económicos.
Conclusión: Una política que fracasa
La respuesta de la Comisión, repleta de tecnicismos y promesas de controles futuros, no convence a los agricultores. «No necesitamos más auditorías ni burocracia; necesitamos acciones reales: compensaciones, tratamientos en frío rigurosos y protecciones arancelarias», exigió la asociación.
Mientras la UE insiste en que cumple con los estándares internacionales, pero por lo visto los agricultores españoles de los campos de Nules y otras regiones citrícolas siguen pagando el precio de una política fitosanitaria que, según ellos, «protege más a las importaciones que a los agricultores europeos».
¿Les han puesto en alerta a sus consumidores por los tratamientos prohibidos que llevan las frutas que entran de terceros países?, o se lo callan con un silencio cobarde.