La Guardia Civil encontró la vivienda revuelta y con signos de violencia; la autopsia determinará las causas exactas del fallecimiento
Valencia — La localidad de Riba-roja de Túria vive con conmoción las primeras horas tras el hallazgo del cuerpo sin vida de Adelino L. M., un hombre de 60 años que había trabajado como subinspector de la Policía Nacional. Su cadáver fue localizado en el interior de una vivienda en circunstancias que, a falta de los resultados de la autopsia, apuntan a una muerte violenta por golpes.
El hallazgo y los primeros indicios
El aviso se produjo en torno a las 18.00 horas del lunes, momento en que efectivos de la Guardia Civil se desplazaron al domicilio. Según fuentes del instituto armado, la vivienda presentaba claros signos de desorden: la casa estaba revuelta, con la documentación y varios enseres personales esparcidos por el suelo.
La víctima, que llevaba años jubilada del cuerpo policial, presentaba lesiones visibles compatibles con una agresión física. Por este motivo, los agentes no descartan que se trate de una paliza que habría acabado con su vida.
La investigación, en manos de Homicidios
Inicialmente, el caso quedó en manos del Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Riba-roja. Sin embargo, dada la gravedad de los indicios, se trasladaron al lugar agentes del Grupo de Homicidios de la Guardia Civil, que han asumido la investigación.
En estos momentos, el procedimiento se encuentra bajo secreto de sumario, aunque fuentes cercanas al caso confirman que no se descartan hipótesis vinculadas a un posible robo con violencia. La vivienda mostraba señales de haber sido registrada de forma precipitada, lo que refuerza la posibilidad de que los autores buscasen objetos de valor.
Esperando la autopsia
Será el informe forense el que determine si la causa de la muerte fue efectivamente una paliza, como sospechan los investigadores. Hasta entonces, el caso permanece abierto y bajo una gran discreción policial.
Reacciones en el entorno
El suceso ha generado sorpresa entre vecinos y antiguos compañeros del fallecido, que lo recuerdan como una persona discreta, vinculada durante años a la Policía Nacional en la provincia de Valencia. “Nadie se espera algo así, y menos en una localidad tranquila como la nuestra”, comenta un residente de la zona.
Una investigación compleja
La Guardia Civil trata ahora de reconstruir las últimas horas de la víctima y determinar si conocía a sus agresores o si fue un ataque fortuito. Se revisan cámaras de seguridad de los alrededores y se está interrogando a vecinos que pudieran haber visto movimientos sospechosos en la zona