Valencia. La Albufera, uno de los paisajes más emblemáticos de la Comunitat Valenciana, atraviesa un momento crítico. El agua de la laguna se calienta cada año un poco más y la presión agrícola, unida al cambio climático, amenaza seriamente su equilibrio natural.
El biólogo Juan Miguel Soria, investigador de la Universitat de Valencia que estudia este espacio desde 1985, lanza una advertencia contundente: “La Albufera está 100 veces más contaminada que el Mar Menor”. Su diagnóstico se basa en el índice de clorofila —que mide la proliferación de microalgas—: mientras que el Mar Menor registra un nivel 2, la Albufera alcanza el 200.
Un ecosistema saturado
La laguna recibe de forma constante aguas cargadas de nitrógeno y fósforo procedentes sobre todo del cultivo de arroz y de otras zonas agrícolas de regadío. Estos nutrientes disparan la proliferación de microalgas, responsables del aspecto turbio del agua.
Según Soria, “la Albufera es la laguna costera más contaminada de España y la tercera del Mediterráneo”.
Protección insuficiente
A pesar de estar incluida en la lista Ramsar de humedales de importancia internacional, de ser Parque Natural desde 1986 y de formar parte de la Red Natura 2000, la laguna sigue gravemente deteriorada por la contaminación acumulada y la presión humana.
El impacto de la DANA
El 29 de octubre de 2024, la provincia de Valencia sufrió una devastadora DANA que arrastró gran parte de sus aguas hacia la Albufera. Lejos de empeorar el estado del lago, Soria explica que el episodio funcionó como un lavado natural: “Fue como tirar de la cadena: arrastró las algas hacia el mar”.
No obstante, advierte que en esa sola jornada se depositaron más de un millón de toneladas de sedimentos, elevando en cuatro centímetros el fondo de la laguna.