Un reciente estudio científico ha revelado un hallazgo sorprendente: la aspirina, uno de los medicamentos más utilizados en el mundo por sus efectos analgésicos y antiinflamatorios, podría desempeñar un papel clave en la prevención de la metástasis del cáncer.
Investigadores de un consorcio internacional liderado por científicos de la Universidad de Harvard y el Instituto Karolinska de Suecia han descubierto que:
«el uso controlado y prolongado de aspirina podría reducir significativamente la propagación de células cancerígenas a otros órganos»
El estudio, publicado en Nature, una de las principales revistas médicas, se basó en el análisis de datos de más de 100.000 pacientes oncológicos a lo largo de una década.
Los resultados indicaron que aquellos que tomaban dosis bajas de aspirina de forma regular mostraban una reducción de hasta un 25% en el riesgo de desarrollar metástasis, en comparación con quienes no la utilizaban.
Este efecto fue especialmente notable en tipos de cáncer como el colorrectal, de mama y de próstata.
Inflamación, plaquetas y el mecanismo oculto
Los investigadores explican que el posible efecto antimetastásico de la aspirina está relacionado con su capacidad para inhibir la agregación plaquetaria y la inflamación sistémica, dos factores fundamentales en la diseminación de células tumorales por el cuerpo.
Las plaquetas suelen proteger a las células cancerosas en el torrente sanguíneo, facilitando su implantación en nuevos tejidos.
Al interferir con este proceso, la aspirina podría estar limitando la capacidad del cáncer para expandirse.
A pesar de los resultados prometedores, los científicos advierten que no se debe comenzar a tomar aspirina sin supervisión médica, ya que su uso prolongado puede conllevar efectos secundarios, como hemorragias gástricas.
Se necesitarán más estudios clínicos para establecer con precisión las dosis y condiciones ideales de uso.
Este descubrimiento renueva el interés en los medicamentos tradicionales como herramientas valiosas en la lucha contra el cáncer, abriendo nuevas puertas hacia tratamientos más accesibles y menos invasivos.