Adelino L.M., de 60 años, atravesaba una depresión y, según su entorno, consumía una gran cantidad de medicación
Riba-roja (Valencia) — La conmoción que generó el hallazgo del cuerpo sin vida de Adelino L.M., subinspector de la Policía Nacional retirado, ha dado un giro tras conocerse el informe preliminar de la autopsia. Los forenses descartan que se trate de una muerte violenta, una hipótesis que inicialmente cobró fuerza por los golpes visibles en el cuerpo.
El hallazgo tuvo lugar en la tarde del lunes, cuando un familiar alertó a la Guardia Civil tras encontrarlo sin vida en su domicilio. Aunque en un primer momento se investigó como posible homicidio —llegaron a intervenir agentes de Homicidios por la sospecha de una agresión—, los primeros resultados forenses indican que no hay evidencias de criminalidad.
Sin signos de robo ni violencia externa
El informe detalla que no existen indicios de entrada forzada ni de robo. La puerta de la vivienda no presentaba daños y la casa estaba en aparente desorden, pero sin pruebas que apunten a la acción de terceros.
De esta forma, la hipótesis que ahora cobra más fuerza es la de un desenlace accidental, vinculado a la medicación que el exsubinspector tomaba en los últimos meses.
Un hombre marcado por la depresión
Según recoge Levante-EMV, personas de su entorno más próximo han confirmado que Adelino sufría una depresión y que en los últimos meses se encontraba emocionalmente muy afectado. Rosario Ballo, la mujer que acudía a limpiar su vivienda de forma esporádica, lo describe como alguien cercano y amable, pero visiblemente deteriorado:
“Hace dos o tres meses lo dejó con su pareja y tomaba muchas pastillas. Estaba muy depresivo y despistado”, explica.
La limpiadora asegura estar aún en shock por la noticia:
“Cuando escuché que habían matado a un subinspector lo llamé corriendo y al ver que no cogía el teléfono me temí lo peor. Luego me confirmaron que era él”.
Una vida discreta en Riba-roja
Natural de Albacete, Adelino L.M. llevaba alrededor de ocho años viviendo en Riba-roja, donde era conocido como un hombre educado y afable. Padre de dos hijos mayores de edad, no solía protagonizar conflictos ni problemas vecinales.
“Nunca se metía en jaleos, podías contar con él para cualquier cosa”, recuerda Rosario, que asegura haber percibido un cambio evidente en su carácter en los últimos meses.
La investigación continúa
Aunque los primeros resultados descartan la muerte violenta, la Guardia Civil mantiene abierta la investigación hasta que se conozcan las conclusiones definitivas de la autopsia. El caso sigue bajo la supervisión del Grupo de Homicidios y del Juzgado de Instrucción correspondiente, a la espera de confirmar si se trató de un accidente o de un fallo derivado de su estado de salud.
Lo que queda claro es que la trágica noticia ha golpeado a familiares, allegados y antiguos compañeros de profesión, que ahora lamentan la pérdida de un agente que dedicó gran parte de su vida al servicio público.