Una tromba de agua repentina sorprendió a los viajeros y trabajadores de la Estació del Nort de Valencia, donde se está sustituyendo la cubierta de uralita por placas de zinc, ya que la normativa europea obliga a la retirada de la uralita con fibrillas de fibrocemento que son cancerígenas en caso de ser respiradas de edificios públicos antes de 2028.
Una vez más, tormenta y a pesar de que esta vez han tapado la estructura por fuera, llovía en el interior de la estació del Nort, con lo que las goteras afectaban nuevamente a la zona de las canceladoras y a la zona de espera.
Los trabajadores por riesgo de electrocución ante tal situación optaron por apagar las canceladoras y abrir las puertas de las mismas, y los operarios rápidamente bajaron de los andamios y procedieron nuevamente a taparlas con plásticos.
Al mismo tiempo comenzaban los operarios de limpieza a recoger agua y colocar cubos y carteles de peligro, suelo mojado.
Una situación que se repite cada vez que llueve
Esta situación se repite cada vez que llueve y es que nadie ha pensado en colocar unas carpas interiores que protejan al menos la zona de las canceladoras y la zona de espera. Unas simples jaimas o toldos bajo la estructura de andamios protegería la maquinaria en caso de lluvia.
En época de lluvias la situación se va a repetir cada día que llueva, en una imagen de la ciudad y del servicio que deja mucho que desear.
Unos pasajeros que sufren cada día más retrasos y cancelaciones en el peor servicio que se recuerda, con trenes abarrotados a la hora que uno suba, y con escasos trenes enganchados dobles.
Un trayecto en tren que cada vez dura más
Décadas de abandono de las cercanías han dado como resultado una infraestructura obsoleta, y ahora todo se hace a ala vez. En el línea de Gandía la sustitución de los raíles ahora está en el tramo entre Silla y Sollana, después de acabar el de Cullera-Sueca y Sueca-Sollana. Esto hace que sólo exista una vía, por lo que la capacidad de la infraestructura se ha reducido.
De Valencia a Cullera existen 30 kilómetros, y se recorría hace años en 30-35 minutos en tren. Ahora el tiempo es de 45-50 minutos.
Esta semana entre averías, obras y problemas, el trayecto de 30 kilómetros algunos días ha durado hasta 90 minutos.