Leire Díez, exmilitante del PSOE y ahora autodeclarada periodista, ha comparecido en el Senado para desmentir que sea una “fontanera” del partido. Asegura que no trabaja para el PSOE, que no conoce a Santos Cerdán ni a Pedro Sánchez, y que las grabaciones en las que habla de conseguir información sobre la UCO eran simplemente… material para un libro. Porque claro, si vas a escribir sobre cloacas, qué mejor que meterte hasta el fondo.
Entre la UCO y la novela negra: el nuevo «boom» editorial del sanchismo
España no defrauda: cuando creemos que ya hemos vivido todas las tramas posibles, llega una periodista freelance con vocación de espía, una libreta de notas y varios audios sospechosos.
Leire Díez, investigada judicialmente por supuestamente ofrecer favores a empresarios a cambio de información de la Guardia Civil, ha comparecido en el Senado para decir:
“No soy fontanera, soy periodista”.
Y claro, todos sabemos que cuando alguien tiene que aclarar públicamente que no es fontanero, es porque huele a cañería desde el primer párrafo.
El libro más esperado del año (si es que existe)
La defensa de Leire es sencilla: todo era por un libro. Que sí, que grababa conversaciones comprometidas, pedía datos sensibles, hablaba de la UCO como si tuviera línea directa con el sargento de CSI Valencia… pero era para un reportaje, señoría.
“Espero que el libro salga este año”, afirmó con cara de quien no sabe si la editorial será Planeta, Netflix o el BOE.
Y claro, medio Senado intentando buscar el título en Amazon, mientras el otro medio se preguntaba si será ficción, no ficción o simplemente ciencia ficción.
“No tengo relación con el PSOE. Bueno, salvo cuando militaba”
Díez niega tener relación con Pedro Sánchez, con Cerdán, con el PSOE actual, con la dirección, con la fontanería… Niega tantas cosas que parece una versión política de «¿Quién es quién?» pero sin gafas ni sombrero.
“No soy parte de ninguna cloaca”, insiste.
Y mientras tanto, el PP, que fue quien pidió su comparecencia, aprovechó para insinuar que esto huele a alcantarilla deluxe, de las que no pasan el control de sanidad ni aunque las limpien con lejía institucional.
Los audios que lo complican todo
Pero ¿de qué estamos hablando exactamente? ¿Qué es lo que se investiga?
Pues unos audios filtrados donde supuestamente Leire ofrece información de la UCO a cambio de favores. No sabemos si tipo “te paso un Excel a cambio de una cena” o “te consigo un informe si me das un local para la presentación del libro”. Pero el tono no era precisamente periodístico.
Y claro, el juez no se está leyendo ninguna novela: investiga delitos reales.
El libro que aún no tiene ISBN, pero sí coartada
Lo mejor de todo es que el libro que justifica todo este embrollo no se ha publicado, no tiene fecha, no se conoce editorial, ni título, ni prólogo, ni sinopsis en Goodreads. Pero Leire insiste en que todo saldrá a la luz, que hay que tener paciencia, como con los buenos vinos… o las mentiras bien fermentadas.
Algunos ya han empezado a proponer títulos alternativos:
- “UCO: Unidad de Cloacas Ocultas”
- “El fontanazo”
- “Periodismo de alcantarilla”
- “Manual para espiar sin espiar”
- “Pedro y el Lobo (de Cerdán)”
¿Culpable o víctima? ¿Thriller o comedia?
En su intervención, Leire quiso dejar claro que ella es una víctima, que ha sido atacada, expuesta y usada políticamente. Dice que no conocía la gravedad de lo que estaba manejando y que su único interés era la verdad periodística.
Y todos nos miramos como cuando alguien dice que “no vio el semáforo en rojo”.
Porque si esto es periodismo, lo próximo será ver a Paco Marhuenda infiltrado en la Legión para un podcast.
El Senado: entre el juicio político y la Feria del Libro
La sesión se volvió un espectáculo digno de la Feria del Libro de Frankfurt mezclada con «Salvados». El PP hablando de cloacas socialistas. Leire asegurando que no conoce a nadie, pero que investiga a todos. Y el PSOE haciendo como que pasaba por ahí.
La conclusión fue clara: nadie entendió nada, pero todos salieron con ganas de leerse ese libro. Si es que algún día ve la luz y no se queda en “obra inacabada de una escritora con toga pendiente”.
En resumen
Tenemos a una periodista con más conexiones que un router 5G, grabaciones filtradas que suenan a “investigación de otro tipo”, un libro misterioso, una cloaca sin fontanero oficial, y un Senado convertido en tertulia de sobremesa.
Solo falta un cameo de Belén Esteban para que esto se convierta en serie de Netflix.
Y tú, lector avispado:
¿Crees que el libro de Leire Díez es real o está más cerca de ser un guion para ‘La casa de papel: edición Moncloa’? ¿Deberíamos pedir una preventa o esperar a que la UCO saque su propia editorial?