La Guardia Civil ha abierto una investigación por presuntos desórdenes públicos después del altercado en el que se vio implicado este fin de semana el concejal de Seguridad Ciudadana de Moncada, Martín Pérez, durante la celebración de la tradicional Nit de l’Embotit.
Los hechos
Según muestran las imágenes difundidas, el edil socialista y marido de la alcaldesa, Amparo Orts, saltó desde el escenario y se lanzó contra un grupo de jóvenes en el público, entre los que había menores.
- El concejal sostiene que actuó para poner fin a una pelea entre los asistentes.
- Testigos presenciales lo contradicen: aseguran que en ese momento solo había cánticos contra el presidente Pedro Sánchez, y que la pelea comenzó precisamente tras la intervención de Pérez.
Reacciones políticas
El Partido Popular ha anunciado que llevará la conducta del concejal a la Fiscalía y ha exigido su dimisión.
El propio Pérez niega haber cometido una agresión y afirma que únicamente buscaba controlar la situación.
Consecuencias inmediatas
- No se presentaron denuncias tras el incidente.
- La policía no identificó a nadie y no hubo heridos entre los asistentes.
- El único atendido fue el propio regidor, que sufrió raspones en las rodillas al «caer» del escenario.
¿Qué ha hecho el concejal y marido de la alcladesa?
El concejal ha remitido al diario de cabecera del PSPV, el periódico Levante-EMV una carta en la que se disculpa y asegura que no lazó una patada a los menores, sino que «cayó del escenario sobre ellos». También asegura que los jóvenes nos e pelearon con él, sino que ellos lo sujetaron para no acabar en el suelo.
«No estaba lloviendo era agua que caía»
Un acto de fe el que nos pide el concejal al que niegan los numerosos videos existentes. Lo peor es la confianza perdida en la población de Moncada del que supuestamente ha de dirigir la propia policía local y es que muchos ahora creen que es «poner al lobo a cuidar de las ovejas».
La realidad es que eran jóvenes, muchos de ellos menores, a los que parece que quiso agredir por su mala educación al corear las palabras «hijo de p…» a su secretario general Pedro Sánchez.
Al final, esto mina la confianza de los ciudadanos en la propia alcaldesa y es que no es ético ni moral, aunque sí legal poner familiares directos en puestos de responsabilidad junto al candidato, ya sean concejales o asesores, una práctica muy extendida en la Comunitat Valenciana en muchos ayuntamientos con auténticos clanes familiares, pero recuerden «la mujer del César en Roma no debía ser sólo honrada, sino sobre todo parecerlo»