Valencia, 15 de octubre de 2025.
La selectividad del próximo año traerá consigo cambios importantes en su estructura y en la forma de evaluar a los estudiantes. Según un documento aprobado por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), las pruebas de acceso a la universidad (PAU) de 2026 apostarán por exámenes más prácticos, con mayor peso del razonamiento lógico y menor penalización por errores ortográficos, especialmente en las asignaturas de las lenguas cooficiales.
Una reforma para unificar criterios en toda España
El informe, de 173 páginas y elaborado por más de 570 especialistas de los 17 distritos universitarios, tiene como objetivo armonizar la estructura, la optatividad y los criterios de corrección en todas las comunidades autónomas.
Cada región deberá adaptar ahora el modelo, pero la idea central es común: reducir el peso de la memorización y dar prioridad a la comprensión, el análisis y la aplicación práctica de los conocimientos.
Las pruebas mantendrán una duración de 90 minutos por materia y, como en los últimos años, se aplicará un único modelo de examen por asignatura, con opciones internas para garantizar la flexibilidad del alumnado.
Más razonamiento, menos memoria
El nuevo enfoque busca una selectividad menos teórica y más competencial. En asignaturas como Lengua Castellana y Literatura o Filosofía, las preguntas requerirán mayor capacidad de argumentación y razonamiento, y no tanto la repetición de contenidos memorizados.
En Historia de España, al menos el 50% de las preguntas serán prácticas, pudiendo llegar incluso al 100%. En Historia del Arte, ese porcentaje se situará entre el 80% y el 100%, mientras que en Lengua Castellana y Literatura II se exigirá un mínimo del 70%.
Otras materias como Geografía o Matemáticas Aplicadas deberán garantizar al menos un 50% de enfoque competencial.
Penalizaciones más equilibradas por faltas
Uno de los aspectos más comentados de la reforma es la nueva tabla de penalizaciones por faltas ortográficas y gramaticales.
En las materias de Matemáticas II, Dibujo Artístico, Dibujo Técnico II o Empresa y Diseño de Modelos de Negocio, no se restarán puntos por errores ortográficos.
En cambio, en asignaturas de carácter lingüístico, como Lengua y Literatura II o las lenguas cooficiales, se mantendrá una penalización máxima de hasta 2 puntos. En Historia de España, Biología, Música, Latín, Geografía o Historia del Arte, la penalización no podrá superar 1 punto.
Además, en algunas materias no se contarán las dos primeras faltas, y en Griego se comenzará a descontar a partir de la segunda, con una penalización mínima de 0,1 puntos por error.
Un cambio de rumbo en la evaluación
La reforma también introduce una valoración más completa del discurso, la coherencia y la claridad expositiva, especialmente en asignaturas como Filosofía, donde la estructuración del pensamiento se considerará un elemento esencial.
En palabras de la CRUE, el objetivo es que los exámenes “midan la competencia real del estudiante para analizar, razonar y comunicar”, y no solo su capacidad para recordar datos.
Con estos cambios, la futura selectividad busca adaptarse a un sistema educativo más moderno, equitativo y orientado al pensamiento crítico, marcando un nuevo rumbo en la evaluación del acceso a la universidad en España.