Por José Cerezo Pascual
En el Palacio de la Real Academia Española de la Lengua en Madrid ha tenido lugar el encuentro entre Eros Recio, Presidente de la Comisión Internacional de la Bandera de las personas con diversidad funcional, y Santiago Muñoz Machado, Director de la Real Academia y Presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española. El motivo de esta visita era presentar formalmente en la institución reguladora del idioma español de una nueva palabra, “SUPERIDAD”, como alternativa a “discapacidad” o a cualquiera de las antiguas expresiones que siempre han considerado a las personas con cualidades especiales como seres inferiores.
“Superidad” se define como “Capacidad de Superación”. Hasta ahora todas las palabras para este colectivo se fijaban en las carencias de estas personas, pero la nueva denominación busca destacar precisamente lo que más tienen, su capacidad de superarse ante las adversidades. Eros presentó como pruebas de su uso su propio libro y sus publicaciones, y especialmente el “Proyecto de Ley de Superidad” que el diputado Armando Navarrete López ha impulsado ante el legislativo del Estado de México para que sustituya a la antigua normativa sobre “Discapacidad”.
Eros Recio defendió con decisión el “superismo” y la “superidad” en su mensaje ante la Real Academia Española, entendiendo que los nuevos conceptos pueden ayudar mucho a los derechos humanos de las personas “superes” para que no se les vuelva a llamar “discapacitados”, “minusválidos” o expresiones todavía peores:
“La “Superidad” no nos define por lo que nos falta, sino por lo que nos sobra. No es “superioridad” ni es simplemente superación, sino la esperanza que entraña precisamente el querer superarnos y mejorar en defensa de nosotros mismos, y no contra nadie. Porque si algo compartimos quienes vivimos con algún tipo de dificultad es precisamente la necesidad de sobreponernos a ella, de desarrollar una voluntad fuerte, una resiliencia cotidiana, una capacidad de adaptación que no siempre se ve, pero que está ahí, cada día, como una forma silenciosa de heroísmo y voluntad. Las palabras moldean la mirada del mundo. Y si buscamos una sociedad más justa, más abierta y más inclusiva, también necesitamos un lenguaje que deje atrás las raíces negativas de términos como “discapacidad” o “minusvalía”, donde lo que somos se define por un “dis” o un “minus”, es decir, por una negación o una resta.
Con superidad, queremos una palabra que sume. Que nombre lo que hay en nosotros de más, no de menos: más esfuerzo, más lucha, más superación. Definimos la superidad como capacidad de superación, y creemos que los hasta ahora llamados discapacitados tienen, en la palabra supere, una alternativa más positiva, más afirmativa y más justa. “Superidad” no solo transforma el lenguaje, sino también la percepción y el ánimo. Así nace también un pensamiento superista, una forma de comprender la diferencia desde la fortaleza y la dignidad, no desde la merma y la lástima. “Superidad” es una mirada que ayude a las personas a sentirse mejor consigo mismas y a ocupar su lugar con orgullo y plenitud.
Por eso hemos traído con ilusión la palabra “Superidad” a nuestra Academia. Sabemos que ha de pasar un tiempo y gozar de un uso general para que entre en el Diccionario. Pero es para nosotros muy importante que los académicos sepan que estamos trabajando en esta dirección para conseguir ese sueño.”
Todas estas propuestas fueron atentamente escuchadas por don Santiago Muñoz, quien las valoró muy positivamente y animó a las personas “superes” a seguir trabajando por su plena inclusión. Desde este momento comienzan los trámites habituales para su reconocimiento en el diccionario de la alta institución. Como respaldo personal el presidente académico redactó una cordial dedicatoria donde escribió de su puño y letra el novedoso vocablo, “Superidad”. A partir de ahora la nueva palabra puede presumir, además de haber sido recibida en la Real Academia Española, de haber sido usada por quien podemos considerar la máxima autoridad del idioma español en el mundo.