El sector industrial valenciano sufre un nuevo descenso interanual, aunque resiste mejor que otras regiones. La fabricación de bienes de consumo no duradero, uno de los motores clave.
Abril de retroceso pero con matices: la Comunitat amortigua la caída
El mes de abril ha traído consigo cifras preocupantes para el sector industrial a nivel nacional, pero con una lectura algo más optimista en la Comunitat Valenciana. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el Índice General de Producción Industrial (IPI) descendió un 3,3% interanual en nuestra región. Un dato negativo, sin duda, pero que representa una caída 2,4 puntos menos pronunciada que la media nacional, situada en el -5,7%.
Este retroceso llega tras un primer trimestre en el que la industria valenciana ya mostraba signos de desaceleración. Sin embargo, en comparación con otras comunidades, el impacto ha sido más contenido gracias a la resistencia de sectores específicos como el de bienes de consumo no duradero, la alimentación y determinados productos químicos.




¿Qué está pasando en la industria valenciana?
La producción industrial es uno de los termómetros más fiables de la salud económica de una región. En el caso de la Comunitat Valenciana, la tendencia a la baja de los últimos meses responde a múltiples factores: desde el encarecimiento de materias primas y costes energéticos, hasta la disminución de pedidos internacionales debido a un entorno geopolítico inestable.
Sin embargo, también hay elementos diferenciales en nuestra región. Según analistas económicos, el tejido industrial valenciano ha mostrado una mayor flexibilidad y diversificación en comparación con otros territorios. “Aquí, muchas empresas han invertido en automatización y digitalización, lo que ha amortiguado parte del impacto”, explica Marta Albiol, economista especializada en industria en la Universidad de Valencia.
Sectores que tiran y sectores que frenan
No todos los sectores industriales han evolucionado del mismo modo. Mientras algunos nichos mantienen cierta estabilidad o incluso un leve crecimiento, otros registran caídas más marcadas. El INE no ofrece aún el desglose detallado por subsectores en esta entrega, pero la tendencia de meses anteriores y testimonios empresariales permiten trazar un mapa aproximado:
📉 Caídas significativas:
- Bienes de equipo: La ralentización en pedidos de maquinaria ha afectado notablemente.
- Industria automovilística: Aunque importante en el sur de Valencia y parte de Alicante, sigue golpeada por los cambios globales en la movilidad.
- Textil y confección: A pesar del repunte de marcas locales, el coste energético y la competencia exterior siguen haciendo mella.
📈 Sectores más resilientes:
- Agroalimentario: La demanda nacional e internacional se mantiene firme.
- Químico-farmacéutico: Algunas plantas en la provincia de Castellón mantienen niveles de producción estables.
- Materiales cerámicos: En zonas como l’Alcora o Vila-real, el sector ha moderado la caída gracias a la exportación.
Comparativa nacional: ¿por qué cae más el resto?
Mientras en la Comunitat Valenciana la producción industrial cae un 3,3%, otras comunidades presentan descensos más agudos. Cataluña, Andalucía y Castilla y León, con estructuras industriales más concentradas en automoción o bienes de equipo, sufren retrocesos cercanos o superiores al 6%.
En este contexto, la Comunitat se sitúa en una posición intermedia pero con signos de capacidad de adaptación. “Hemos aprendido de otras crisis, y eso se nota en cómo las empresas han diversificado productos y mercados”, señala Enrique Vidal, director de una pyme exportadora en la comarca de l’Horta.
Testimonios desde el corazón industrial valenciano
La realidad sobre el terreno se vive con preocupación, pero también con cierta esperanza.
Paqui Montesinos, responsable de producción en una fábrica de envases plásticos en Sagunto, comenta:
“Notamos que se alargan los tiempos entre pedidos grandes. Pero también hemos empezado a fabricar formatos más pequeños para otros sectores, y eso nos mantiene en marcha.”
Chimo Tárrega, operario en una planta cerámica de Onda, añade:
“Se trabaja menos días al mes, pero al menos no hemos parado. Las exportaciones nos están salvando.”
¿Y ahora qué? Desafíos y oportunidades a medio plazo
Aunque las cifras de abril son un toque de atención, lo cierto es que la industria valenciana sigue siendo uno de los motores económicos de la región. La transición energética, la digitalización de procesos y el desarrollo de nuevos materiales son campos donde muchas empresas están poniendo sus esperanzas para el futuro inmediato.
Desde la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV), se insiste en la necesidad de más apoyo institucional. “El sector necesita incentivos fiscales y un marco energético más competitivo para seguir siendo viable”, han declarado fuentes internas.
La industria valenciana se juega mucho en los próximos meses: mantener el empleo, aumentar la inversión productiva y adaptarse a un entorno global cada vez más volátil. Pero si algo ha demostrado históricamente, es su capacidad para reinventarse ante la adversidad.
Conclusión
La caída del 3,3% en la producción industrial de abril no deja de ser una señal de alarma, pero también una muestra de resiliencia frente a una media nacional más negativa. La Comunitat Valenciana afronta este nuevo ciclo con desafíos claros, pero también con fortalezas consolidadas.
¿Crees que la industria valenciana sabrá aprovechar este momento para transformarse? ¿Qué sectores te parecen más estratégicos para el futuro de nuestra economía?