Más de 100 voluntarios se unen para pintar las viviendas afectadas por la riada de octubre en la pedanía valenciana, en una iniciativa impulsada por la asociación Family Up y respaldada por el Ayuntamiento de Valencia.
Siete meses después: la herida abierta de La Torre
El 29 de octubre de 2024, una DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) azotó con fuerza la provincia de Valencia, dejando a su paso una estela de destrucción. La pedanía de La Torre fue una de las zonas más castigadas, con viviendas anegadas, calles intransitables y familias que lo perdieron todo.
Desde entonces, la comunidad ha luchado por salir adelante, enfrentándose a la burocracia, la falta de recursos y el desgaste emocional. “Llevan muchos meses trabajando sin descanso y esto parece que no acaba nunca. Esa es la sensación que nosotros recibimos, de hartazgo y de cansancio”, expresó Alicia Grau, presidenta de la asociación Family Up.
Una brocha por la esperanza: la iniciativa de Family Up
Conscientes de la necesidad de devolver la dignidad a las familias afectadas, Family Up organizó una jornada solidaria el fin de semana del 17 y 18 de mayo. Más de 100 voluntarios se congregaron en La Torre para pintar 26 casas que aún mostraban las cicatrices de la riada.
“Esas son las familias a las que hoy les vamos a hacer el regalo de dejarles una casa digna”, afirmó Grau. La asociación distribuyó más de 3.000 litros de pintura, de los cuales se utilizaron aproximadamente 1.800 durante el fin de semana.
La mayoría de los hogares beneficiados están habitados por personas mayores o en situación de vulnerabilidad, que no pueden afrontar por sí mismos las tareas de rehabilitación. “No pueden pintarse su casa ellos solos”, señaló Grau, destacando la importancia de la solidaridad en estos casos.
La respuesta institucional: un trabajo conjunto
El Ayuntamiento de Valencia respaldó la iniciativa, facilitando la logística y participando activamente en la jornada. El teniente alcalde y concejal de Urbanismo, Juan Giner, visitó La Torre para conocer de primera mano la situación y expresar su apoyo.
“Desde el minuto uno hemos estado colaborando codo con codo, también con la parroquia de La Torre y con las diferentes asociaciones, para intentar que la coordinación sea la mayor”, declaró Giner.
El edil destacó la importancia de la colaboración entre administraciones, empresas y ONGs para superar las consecuencias de la DANA y avanzar en la recuperación de las zonas afectadas.
Testimonios que conmueven: el rostro humano de la tragedia
Durante las labores de pintura, los voluntarios compartieron momentos emotivos con los vecinos. “Cuando te acercas aquí y ves las lágrimas y ves el dolor en las personas, te das cuenta de que no los podemos dejar”, relató Grau, visiblemente emocionada.
Los habitantes de La Torre expresaron su gratitud por el apoyo recibido. “Viven con miedo porque sienten que mientras están durmiendo la casa de al lado se les va a caer encima”, compartió Grau, reflejando la angustia que aún persiste en la comunidad.
Un modelo a seguir: la unión hace la fuerza
La experiencia de La Torre demuestra que la colaboración entre ciudadanos, asociaciones y administraciones puede marcar la diferencia en la recuperación de zonas afectadas por desastres naturales. “El pueblo no salva al pueblo, sino que la única manera de salvar al pueblo es cuando vamos unidos y organizados administraciones, empresas y ONGs”, enfatizó Grau.
Family Up ya contempla la posibilidad de replicar esta iniciativa en otras localidades afectadas por la DANA, extendiendo la red de solidaridad y esperanza.
Reflexión final: reconstruir más allá de las paredes
La jornada de pintura en La Torre no solo devolvió color a las fachadas de las casas, sino que también revitalizó el espíritu de una comunidad golpeada por la adversidad. La solidaridad demostrada por los voluntarios y el respaldo institucional son un ejemplo de cómo, juntos, podemos superar las dificultades y construir un futuro más esperanzador.