

Valencia – El Hospital Universitari i Politècnic La Fe ha demostrado en los últimos años que su compromiso con la sociedad va mucho más allá de la asistencia sanitaria. En momentos de crisis humanitaria, el centro hospitalario ha sabido adaptarse para convertirse en un refugio seguro para cientos de personas que han llegado a Valencia huyendo de la guerra o de catástrofes naturales. Su implicación ha sido clave en la respuesta solidaria de la Comunidad Valenciana.
Un hospital convertido en centro de acogida
En el año 2022, con el estallido de la guerra en Ucrania, la Generalitat Valenciana habilitó las antiguas instalaciones de la Escuela de Enfermería del Hospital La Fe como centro de acogida temporal para personas refugiadas. Durante tres meses, estas dependencias recibieron a un total de 480 personas, en su mayoría mujeres, menores y personas mayores que huían del conflicto armado.
El espacio, gestionado por Cruz Roja en colaboración con las autoridades autonómicas, contaba con 280 camas, dos comedores, una ludoteca y 50 camas destinadas a menores. Allí se proporcionó no solo alojamiento, sino también atención sanitaria, apoyo psicológico, orientación social y servicios básicos. La respuesta fue inmediata y eficaz, y convirtió al hospital en un modelo de atención integral en contextos de emergencia.
Emergencia climática y respuesta solidaria
Dos años más tarde, en noviembre de 2024, la antigua infraestructura de La Fe fue nuevamente puesta al servicio de la emergencia, esta vez a raíz de una fuerte riada que dejó decenas de viviendas inhabitables en la región. De forma urgente, se habilitaron 50 plazas para acoger a personas afectadas, muchas de las cuales habían perdido sus hogares o no podían permanecer en ellos debido a daños estructurales.
Esta actuación se realizó también en colaboración con Cruz Roja, reafirmando la capacidad del hospital para transformarse rápidamente y atender a la ciudadanía más vulnerable en momentos críticos.
Una vocación que no se detiene
La Fe ha sabido conjugar su excelencia médica con un compromiso social firme y sostenido. La creación y desarrollo de programas específicos, como la atención a menores inmigrantes o adoptados a través de la Unidad del Niño Internacional, refuerzan su papel como espacio inclusivo, abierto y humanitario.
En un momento en el que la sanidad pública está llamada a ser mucho más que un servicio asistencial, el ejemplo de La Fe evidencia que los hospitales pueden y deben estar al servicio de la sociedad en toda su amplitud. No solo curando, sino también acogiendo, protegiendo y ofreciendo esperanza.