El viernes 5 de septiembre de 2025, durante la 13ª etapa de La Vuelta a España, que partía de Cabezón de la Sal (Cantabria) y concluía en el exigente alto del Angliru (Asturias), un grupo de manifestantes propalestinos interrumpió brevemente la carrera. El incidente ocurrió a 12,1 kilómetros de la meta, justo antes del inicio de la ascensión al Angliru, uno de los puertos más icónicos y duros del ciclismo mundial. Los ciclistas afectados fueron Jefferson Cepeda (Movistar Team), Bob Jungels (Ineos Grenadiers) y Nico Vinokourov (XDS Astana), quienes formaban parte de la escapada del día. Según reportes, los manifestantes irrumpieron en la carretera en protesta por la participación del equipo Israel-Premier Tech en la carrera, lo que obligó a los ciclistas a detenerse momentáneamente.
Protestas previas en La Vuelta 2025
Este incidente no fue un hecho aislado. La presencia del equipo Israel-Premier Tech ha generado controversia a lo largo de la edición 2025 de La Vuelta, desencadenando múltiples protestas propalestinas en varias etapas. Por ejemplo:
- Etapa 11 (Bilbao, 3 de septiembre de 2025): La carrera fue gravemente afectada en su llegada a Bilbao, donde cientos de manifestantes propalestinos invadieron los últimos 500 metros del recorrido, lanzando banderas y pancartas. Esto obligó a la organización a suspender la etapa tres kilómetros antes de la meta, sin declarar un ganador oficial, por motivos de seguridad.
Contrarreloj por equipos (Figueres, 27 de agosto de 2025): Un grupo de activistas bloqueó el paso del equipo Israel-Premier Tech, lo que provocó una interrupción y una pérdida de tiempo para el equipo. El director de La Vuelta, Javier Guillén, calificó el acto como “violento” y anunció que se presentarían denuncias.
Etapa 10: Manifestantes propalestinos estuvieron cerca de provocar una caída, afectando a ciclistas como Simone Petilli (Intermarché-Wanty), quien expresó su frustración en redes sociales, pidiendo respeto y seguridad para los corredores.
En la 13ª etapa, las protestas comenzaron desde la salida en Cabezón de la Sal, donde un grupo de manifestantes realizó una cacerolada frente al Ayuntamiento, exhibiendo una bandera palestina en el balcón. Los cánticos incluyeron consignas como “Israel asesina, La Vuelta patrocina”, “Boicot a Israel” y “No es una guerra, es un genocidio”, junto con pancartas que pedían el fin del “genocidio en Gaza”.
Reacciones y controversia
Las protestas han generado un debate polarizado. Por un lado, los manifestantes argumentan que la participación del equipo Israel-Premier Tech representa una forma de “normalización” de las acciones del gobierno israelí en el conflicto palestino, lo que consideran inaceptable. Algunas pancartas y cánticos reflejan esta postura, exigiendo un boicot al equipo y a la carrera por permitir su participación.
Por otro lado, la organización de La Vuelta, liderada por Javier Guillén, ha condenado repetidamente estas acciones, especialmente cuando interfieren con el desarrollo de la carrera. Guillén ha defendido la participación del equipo Israel-Premier Tech, destacando que se clasificó por méritos deportivos, habiendo competido también en el Tour de Francia y el Giro de Italia. Además, la Unión Ciclista Internacional (UCI) emitió un comunicado condenando “enérgicamente” las protestas, aunque no ha tomado medidas específicas contra los manifestantes ni el equipo.
Sin embargo, las críticas a las protestas también han venido de figuras públicas y medios. Por ejemplo, el exciclista Óscar Freire calificó a los activistas como “perroflautas” que buscan notoriedad, mientras que algunos medios han descrito las acciones como “boicots antisemitas” o “actos de violencia”. En contraste, algunos sectores, como el comentarista de RTVE Carlos de Andrés, han expresado apoyo a las protestas, argumentando que son una respuesta legítima al “genocidio” en Gaza.
Impacto en la carrera y los ciclistas
El incidente en el Angliru afectó a los ciclistas escapados (Cepeda, Jungels y Vinokourov), quienes lideraban la etapa con una ventaja de aproximadamente 2 minutos y 45 segundos sobre el pelotón, según un post de la cuenta oficial de La Vuelta. Aunque la interrupción fue breve, pudo haber alterado el ritmo de los corredores en un momento crítico, justo antes de la ascensión final. A pesar de esto, no se reportaron caídas ni lesiones, y la etapa continuó sin mayores contratiempos.
Las protestas han puesto en el centro del debate la seguridad de los ciclistas. Simone Petilli, tras un incidente anterior, destacó el riesgo que estas acciones representan para los corredores, quienes “solo quieren competir”. La presencia de casi 400 agentes de seguridad en la 13ª etapa, según el delegado del Gobierno en Cantabria, Pedro Casares, refleja el esfuerzo por garantizar el orden, aunque no siempre ha sido suficiente para evitar interrupciones.
Problema político de primer órden
Lo que sí podemos afirmar con claridad que la Vuelta a España se ha convertido en un gran problema político para Moncloa y Pedro Sánchez, ya que la primera en criticar la presencia del equipo israelí fue la ministra Sira Rego que se enzarzó con el propio director de La Vuelta.
El problema con la participación del equipo Israel-Premier Tech en La Vuelta Ciclista a España, según las críticas expresadas por la ministra Sira Rego y manifestantes propalestinos, radica en su vinculación con el Estado de Israel. Los críticos consideran que la presencia del equipo en la competición deportiva es controvertida debido a las acciones de Israel en el conflicto palestino-israelí, especialmente en Gaza. Rego, en su carta al director de La Vuelta, Javier Guillén, señaló que el equipo representa a un Estado que, en su opinión, «viola el derecho internacional, perpetra un genocidio y masacra a una población indefensa». Esta postura refleja el sentir de los manifestantes, quienes realizaron protestas pacíficas durante la carrera para visibilizar su oposición a la participación del equipo, argumentando que normaliza o legitima las políticas de Israel en un contexto de conflicto, hambruna y bloqueo en Gaza. Por otro lado, el director de La Vuelta calificó una de estas protestas como un «acto de violencia», lo que generó la indignación de Rego, quien defendió el carácter pacífico de las manifestaciones como una expresión de solidaridad con el pueblo palestino.
La Vuelta tras los múltiples incidentes registrados aseguró que no podía expulsar al equipo israelí, pero en los días pasados el propio Director de La Vuelta pidió que el equipo israelí por voluntad propia se fuera de la carrera internacional, pero el equipo se ha negado y no puede ser expulsado.
En la actualidad ya son varios ministros del propio Gobierno de Pedro Sánchez los que piden la expulsión de Israel de la Vuelta a España que se ha convertido en un verdadero problema político entre los propios miembros del gobierno y entre el gobierno y sus apoyos independentistas más próximos a Israel algunos y a Palestina otros…