El Gobierno amplía las ayudas al transporte público, asegurando el descuento del 50% en abonos y la gratuidad en Cercanías y Media Distancia. Además, acuerda congelar los desahucios por ocupación en situaciones vulnerables.
En un contexto marcado por tensas negociaciones políticas, el Gobierno ha confirmado que mantendrá las ayudas al transporte público hasta julio de 2025. Esta decisión, respaldada por un acuerdo entre el Ejecutivo y Podemos, también incluye la suspensión de desahucios por ocupación en casos de vulnerabilidad, medidas que refuerzan el escudo social en España.
Prórroga de las ayudas al transporte: un alivio para millones de usuarios
Desde su implementación en 2022, las ayudas al transporte público han supuesto un alivio económico para millones de ciudadanos, especialmente en un periodo de alta inflación. Según lo anunciado por Ione Belarra, líder de Podemos, el descuento del 50% en los abonos se mantendrá bajo los mismos términos: un 30% financiado por el Estado y un 20% por las comunidades autónomas.
Este acuerdo incluye además la gratuidad para los servicios de Cercanías, Rodalies y trenes de media distancia gestionados por Renfe. Para los trenes Avant, se seguirá aplicando un descuento del 50% para los usuarios recurrentes.
Estas medidas buscan incentivar el uso del transporte público y aliviar los costes asociados, fomentando a su vez una movilidad más sostenible.
Impacto en Valencia: ¿qué significa para los usuarios?
En la Comunidad Valenciana, donde el transporte público conecta importantes núcleos urbanos como Valencia, Alicante y Castellón, esta prórroga supone una continuidad en los beneficios para estudiantes, trabajadores y ciudadanos en general.
La gratuidad de los servicios de Cercanías, gestionados por Renfe, ha sido especialmente relevante en áreas metropolitanas, donde miles de valencianos dependen de estos trayectos para su día a día. Además, el descuento del 50% en abonos también ha resultado clave para quienes utilizan autobuses y metros interurbanos.
Suspensión de desahucios: una medida polémica pero necesaria
El acuerdo alcanzado también incluye la suspensión de desahucios por ocupación en situaciones vulnerables, una medida que ha generado debate en los últimos años. Esta prórroga busca proteger a familias en riesgo de exclusión social, asegurando que no sean desalojadas de sus viviendas mientras persistan las circunstancias de vulnerabilidad.
Además, el Gobierno eliminará una disposición de la Ley de Eficiencia Judicial que facilitaba los desahucios exprés en casos de allanamiento de morada. Esta disposición, introducida por error en una votación previa, será corregida mediante el decreto del escudo social que se presentará próximamente.
Negociaciones tensas, resultados concretos
El camino hacia este acuerdo no ha sido sencillo. Según fuentes cercanas a Podemos, las conversaciones entre Irene Montero, número dos de la formación, y Félix Bolaños, ministro de la Presidencia y Justicia, estuvieron marcadas por diferencias significativas.
Podemos exigió la inclusión de estas medidas en el decreto como condición para apoyar al Ejecutivo en el levantamiento del veto del Senado. Aunque el Gobierno podía haber esperado dos meses para aprobar la ley por mayoría simple, la presión política hizo que se buscara un acuerdo inmediato, consolidando la prórroga de las ayudas y la suspensión de desahucios como prioridades legislativas.
Reflexión final: ¿es suficiente este escudo social?
Mientras las ayudas al transporte y la suspensión de desahucios alivian la presión inmediata sobre muchos ciudadanos, las preguntas sobre su sostenibilidad a largo plazo permanecen. ¿Es esta prórroga un paso adelante hacia políticas más inclusivas, o un simple parche en un sistema que requiere reformas más profundas?
¿Cómo impactará esta medida en el día a día de los valencianos, y qué pasos tomará el Gobierno para garantizar su continuidad más allá de 2025?