Un hallazgo patrimonial inesperado
En el interior del complejo de Feria Valencia, ocultas a la vista y al margen de los focos durante décadas, perviven unas naves industriales que hoy vuelven a la actualidad. Se trata de uno de los últimos vestigios del legado del legendario arquitecto franco-suizo Le Corbusier, figura clave de la arquitectura moderna. Ahora, esas naves recibirán la protección como Bien de Relevancia Local (BRL) tras la aprobación de la Comisión Territorial de Urbanismo, abriéndose paso así hacia su reconocimiento oficial como parte del patrimonio industrial de Valencia.
El origen: un encargo al taller de Le Corbusier
La historia de estas naves se remonta al 30 de diciembre de 1964, cuando el Ayuntamiento de Valencia aprobó encargar el proyecto de una nueva feria en Benimàmet a un “arquitecto de prestigio internacional” para conmemorar el 50 aniversario de la institución ferial en 1967. El elegido fue Le Corbusier, pero su fallecimiento en 1965 dejó el proyecto en manos de su colaborador más estrecho, Guillermo Jullian de la Fuente, entonces jefe del taller del maestro.
El proyecto y su ejecución
A pesar del deceso del maestro, el equipo dirigido por Jullian, con jóvenes arquitectos que habían trabajado junto a Le Corbusier en su inacabado Hospital de Venecia, llevó a cabo el proyecto. La inauguración tuvo lugar en 1969 con motivo de la Feria Internacional del Mueble, y las naves se utilizaron durante más de tres décadas, hasta el año 2000.
Destrucción casi total y única superviviente






Entre 2000 y 2002, la mayoría de las estructuras diseñadas por el taller de Le Corbusier fueron demolidas para dar paso a la Feria moderna actual. Solo un módulo de lonja doble fue conservado, y es este espacio el que ahora se ha puesto en valor con la propuesta de protegerlo legalmente como Bien de Relevancia Local.
Tabla resumen del proceso histórico
Año | Evento |
---|---|
1964 | Valencia encarga a Le Corbusier el diseño de la nueva feria |
1965 | Muere Le Corbusier; Guillermo Jullian continúa el proyecto |
1967 | Se conmemora el 50 aniversario de Feria Valencia |
1969 | Se inaugura el recinto con la Feria Internacional del Mueble |
2000 | Fin de la actividad ferial en las naves originales |
2002 | Se derriban casi todas las estructuras; solo sobrevive una nave |
2021 | Se solicita su protección como BRL |
2025 | Se aprueba oficialmente su inclusión como Bien de Relevancia Local |
Una reivindicación patrimonial
Fue en marzo de 2021 cuando M. N. J. Navarro Pérez solicitó su protección, respaldado por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universitat Politècnica de València. Los técnicos municipales y la propia Comisión Territorial de Urbanismo coincidieron en la importancia de preservar esta pieza, que representa la única construcción realizada en Valencia vinculada directamente al pensamiento proyectual de Le Corbusier.
“Pese a la demolición del resto del edificio original, es necesario dotar de protección al elemento que todavía permanece en pie”, afirma la resolución oficial.
Un lenguaje moderno que sorprendió a Valencia
En los años 60, este tipo de arquitectura no fue entendida ni valorada por muchos arquitectos locales. Acostumbrados a estilos más tradicionales, el lenguaje vanguardista del equipo de Le Corbusier sorprendió. No obstante, arquitectos valencianos como Carlos Soria y Román Jiménez participaron activamente en la dirección de obra, integrando finalmente el proyecto en la ciudad.
Un nuevo capítulo en la historia arquitectónica de Valencia
La protección de esta nave no solo recupera un espacio olvidado, sino que reivindica un capítulo de la arquitectura moderna que dejó huella en la ciudad. Valencia se suma así a la lista de urbes que preservan piezas del pensamiento corbusieriano, aunque sea de manera indirecta.
Conclusión
La historia de las naves de Feria Valencia es la de un legado casi borrado, una muestra del genio arquitectónico del siglo XX que ha sobrevivido al paso del tiempo y a la piqueta. Gracias a su reciente protección como Bien de Relevancia Local, Valencia no solo conserva una pieza clave de su patrimonio industrial, sino que rescata para las futuras generaciones una ventana a la modernidad arquitectónica europea.