El Boletín Oficial de las Cortes Generales publica la aprobación definitiva de la ley de amnistía

El Boletín Oficial de las Cortes Generales publica la aprobación definitiva de la ley de amnistía

El Boletín Oficial de las Cortes Generales publica hoy la aprobación definitiva de la Ley de Amnistía del Gobierno de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz. Falta para su entrada en vigor su publicación ahora en el BOE ( Boletín Oficial del Estado).

Queda por tanto un único tramite para su entrada en vigor definitiva y constatar la desigualdad entre españoles, atacando directamente al articulado de la propia Carta Magna, que establece que todos los españoles somos iguales ante la ley. Pues no, habrá españoles que han podido delinquir impunemente y los que son condenados por ello, una desigualdad de facto.

Ya muchos colectivos han anunciado recurso ante el tribunal Constitucional nada más entre en vigor, por lo que es previsible que el propio Tribunal Constitucional la deje sin efecto mientras tramita el recurso de inconstitucionalidad, que se tiene previsto sean al menos una docena de ellos.

En la Comunitat Valenciana, tanto les Corts Valencianes como la propia Generalitat Valenciana han anunciado recurso de inconstitucionalidad nada más entre en vigor. Con lo que la ley no se podrá aplicar tal y como necesita Carles Puigdemont para poder volver a España.

La judicatura en contra de la ley de amnistía

El Poder judicial tampoco ve clara esta ley y es especialmente crítica con la parte que menciona a la labor judicial, recordando que nada más entre en vigor, todos los procesos judiciales abiertos contra la amnistía quedarán cerrados en un breve plazo de tiempo, pero además cabe recordar la irretroactividad de la ley, que una ley posterior no puede tener efectos sobre hechos ya sucedidos, justo lo que hace esta ley aprobada por las Cortes generales, en este caso por la mayoría parlamentaria del PSOE y sus socios de gobierno, el denominado bloque de investidura, entre ellos los independentistas catalanes que se verán beneficiados por esta ley y que mantienen en su puesto al presidente del Gobierno en una especie de chantaje permanente a cambio de su sillón.

La desigualdad entre españoles que certifica la ley de amnistía

La ley de amnistía certifica la muerte de la Constitución española y de sus propios valores, ya que certifica igualmente y promueve la desigualdad entre españoles ante la ley, algo que sólo había ocurrido en España con la llamada ley de punto final en la transición de la dictadura al régimen democrático, algo inaudito y nunca visto en democracia, que denomina ley de pacificación y concordia pero que ya de facto, ha conseguido justo lo contrario, dividir más a los españoles y generar más controversia y más crispación.

No se puede acabar un fuego echando más leña, lo que hay que hacer es intentar sofocarlo eliminando combustible

El Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez sigue lanzando combustible a un fuego que ha conseguido hacer eterno, y mientras se recorre los platós de televisión asegurando que él es la víctima y que todo lo hace por los españoles y critica el «fango político» él mismo lo continúa fomentando con sus actuaciones.

Haber hay fango, no lo podemos negar, pero Sánchez está contribuyendo al mismo y ha conseguido dividir a los españoles como en si estuviéramos en guerra, en dos bandos, y esto no es bueno ni tolerable para la democracia española.

No es de recibo alimentar a la fiera con declaraciones incendiarias casi belicistas y luego pedir concordia, sólo es propio de alguien que o no está en sus cabales o tiene muy claros sus objetivos y cree que el fin justifica todos los medios utilizados. Sánchez no es buen político, pero es el mejor estratega, listo, astuto y sin piedad…

¿Ahora qué?

Pues seguiremos los españoles aumentando la desafección política con una clase política propia de un patio de colegio de infantil, se acabaron los hombres de estado o de partido, ahora son los políticos que defienden sus propios intereses particulares, lo que vulgarmente denominamos «defienden su culo», volvamos a una democracia perdida en España, abandonada por la clase política por una partitocracia donde unos pocos manejan siempre el cotarro y nunca se van, donde el pueblo y sus intereses es la última de las prioridades para una casta política indigna.

Una clase política que ha abandonado a su pueblo, y que sigue con la estrategia de «pan y circo», ahora trasladado a nuestro tiempo, paguitas para sobrevivir y fútbol y otras distracciones para el populacho. Nada ha cambiado desde la antigua Roma, ni al corrupción política ni los líderes que se creen emperadores.

 

 

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