La joven fue hallada en un hospital psiquiátrico tras más de un año desaparecida. La Policía destapa una trama que simuló su secuestro para estafar a la madre desde Colombia.
Valencia, 1 de agosto de 2025
Tras más de un año de angustia, incertidumbre y búsqueda, una madre valenciana ha podido reencontrarse finalmente con su hija desaparecida en abril de 2024. La joven ha sido localizada por la Policía Nacional en un hospital psiquiátrico de París, donde llevaba ingresada desde mayo de este año tras sufrir una grave crisis de salud mental.
Sin embargo, el hallazgo ha estado envuelto en una compleja trama de engaños, extorsiones y falsas esperanzas, en la que incluso se simuló un secuestro con fines económicos por parte de personas vinculadas con supuestas prácticas de brujería en Colombia. La historia, que comenzó como un caso de desaparición de alto riesgo, derivó en una investigación internacional que ha sacado a la luz una red de estafa emocional a familias vulnerables.
Una desaparición preocupante y sin pistas
Los hechos se remontan a abril de 2024, cuando la madre de la joven acudió a una comisaría de Valencia para denunciar la desaparición de su hija. Según relató a los agentes, la joven padecía una enfermedad mental y necesitaba tratamiento especializado. El entorno familiar ya había notado un deterioro en su estado anímico y psicológico en los días previos.
La madre, en un intento desesperado por encontrarla, activó todos los canales posibles, incluyendo la difusión del caso en medios de comunicación nacionales y redes sociales. A pesar de los esfuerzos, no se obtuvo ninguna pista firme sobre su paradero durante más de un año.
Una llamada desde el terror: “Tenemos a su hija, pague el rescate”
Cuando parecía que el caso se enfriaba, en abril de 2025 la madre recibió una llamada inesperada desde un número desconocido. La voz al otro lado del teléfono aseguraba tener retenida a su hija desde hacía siete meses y exigía un rescate económico para liberarla. Las amenazas, frías y calculadas, sumieron a la madre en un nuevo estado de desesperación.
La llamada marcó un nuevo rumbo en la investigación policial, que comenzó a tratar el caso como un posible secuestro. Sin embargo, las pesquisas rápidamente detectaron incoherencias. Los agentes rastrearon el número de teléfono y descubrieron que había sido registrado en Madrid por una mujer que, al ser localizada, declaró haber adquirido la tarjeta SIM a petición de su hermana, residente en Colombia.
Una red de estafas con el dolor ajeno como negocio
Durante los interrogatorios, la mujer detenida confesó que su hermana y su cuñado —ambos en Colombia— se dedicaban a un supuesto “negocio de brujería telefónica”, y que habitualmente contactaban con personas que atravesaban situaciones límite, como la desaparición de familiares.
La Policía descubrió que el falso secuestro era parte de una estrategia de extorsión emocional: aprovecharse del sufrimiento de las víctimas para sacarles dinero mediante amenazas, rituales o mensajes confusos sobre el paradero de sus seres queridos. Este hallazgo ha puesto en alerta a las autoridades sobre la existencia de mafias dedicadas a manipular a familias vulnerables en España y otros países europeos.
El hallazgo en París: sola, enferma y hospitalizada
Gracias a la colaboración internacional, la Policía Nacional, en coordinación con la Oficina SIRENE, activó protocolos con las autoridades de Francia y Países Bajos, lo que permitió finalmente localizar a la mujer desaparecida en un hospital psiquiátrico de París. Llevaba ingresada desde mayo debido a una fuerte descompensación asociada a su enfermedad.
El hallazgo fue comunicado de inmediato a la madre, quien viajó hasta la capital francesa para reencontrarse con su hija. Las autoridades confirmaron que la joven no había sido secuestrada en ningún momento, sino que se encontraba sola, sin documentación y en un estado de vulnerabilidad extrema cuando fue recogida por servicios sanitarios franceses.
Una historia con final abierto, pero esperanzador
Aunque el caso está todavía bajo investigación y los responsables del intento de extorsión podrían enfrentarse a cargos penales tanto en España como en Colombia, lo cierto es que la localización de la joven ha traído algo de alivio a una madre que ha vivido un año marcado por el miedo, la impotencia y el dolor.
Desde la Policía Nacional han querido destacar la importancia de denunciar siempre cualquier intento de extorsión y de no dejarse llevar por presiones emocionales, especialmente en contextos tan sensibles como la desaparición de un ser querido.
“El dolor de una desaparición no debería ser nunca el blanco de una estafa”, han afirmado fuentes policiales.