Hoy la Mare de Deu dels Desamparats ha amanecido profusamente decorada con miles de flores, no sólo en el altar mayor, sino a los largo de las distintas capillas de la Basílica que se decoraron anoche con miles de flores, en un trabajo de más de una decena de floristas.
Antonia Mata y Adela Villanueva, florista jubilada y florista en ejercicio ambas de la Plaza del Ayuntamiento de Valencia se han encargado de la decoración del Camarín de la Mare de Deu, mientras el Cristo de la Civeta lucía centros de rosas rojas, como la capilla de la sacristía, mientras que las pequeñas capillas laterales todas lucían centros variados.
El camarín luce rosas rosa y dendros (orquídeas), mientras que en altar mayor los colores que predominan son el blanco y amarillo, colores vaticanos, con rosas, liliums, margaritas, gerberas, también hortensias, antirrinos y otras flores que decoran la barandilla del altar mayor y el propio altar.
Los orígenes de la fiesta
Una fiesta cuyo origen es de las floristerías de la Plaza del Ayuntamiento de Valencia, cuando no habían floristerías más allá de las que estaban en la propia plaza.
“venían floristas hasta de Castelló y de otras parte de la Comunitat Valenciana”
Una fiesta que se ha consolidado a lo largo de los años, y la tarde noche anterior, el miércoles noche acuden a la Basílica donde con sus manos trabajan la flor natural, donada por los propios floristas y algún mayorista de flor cortada trabajada para adornar el altar mayor de la Basílica.
Las clavariesas de este año
Este años las clavariesas de la Fiesta son:
Lola Rodas, Toñi Sánchez, Alexia García, Sandra Pérez, todas floristas… han ofrendado su ramo a la mare de Deu en el altar mayor y han recibido la medalla de honor
La Misa en Honor a la Mare de Deu dels Desamparats ofrecida por los floristas ha tenido lugar en la Basílica a las 13:00h.Una basílica completamente llena, donde se han dado cita floristas actuales, floristas jubilados/as y miembros del gremio Artesano de Floristas, así como también algunos mayoristas de flor cortada.
Una misa tras la cual los floristas celebran una comida de confraternidad en el restaurante de La Ferradura en la playa de la Patacona.
Una tradición que siguen otros gremios a cada año festejar a la Mare de Deu, y una ocasión para los sentidos, una celebración muy visual que se ve y se huele, donde la Basílica está profusamente decorada con todo tipo de flores, con un olor a primavera especial y con decenas de centros que decoran el altar.
Una fiesta que muchos valencianos acuden a ver cómo luce la Mare de Deu dels Desamparats, llena de flores y de vivos colores. Todo un gozo para los sentidos que vale la pena ver y que se produce una vez al año.
Esta tarde será el turno de los tunos.