Eran las 9:05 horas de la mañana cuando la periodista Maribel Vilaplana entraba en el juzgado de Catarroja rodeada de más de 50 periodistas y acompañada de su abogada, pero bajo gritos de familiares y fuerte presión. Todo a pesar de que es una testigo no se han garantizado por parte del Juzgado de Catarroja una mínima tranquilidad, más si cabe cuando este fin de semana por una crisis tuvo el viernes que pasar por el Hospital.
Maribel Vilaplana comparece en calidad de testigo, con lo que está obligada por ley a decir la verdad, y se espera una comparecencia ante la jueza larga. Una jueza que ya ha filtrado muchas de las preguntas que le iba a realizar como la que le iba a pedir el ticket del parking de la Glorieta donde guardó su coche para comprobar la hora de salida del vehículo del aparcamiento.
Una situación que ha coincidido en el tiempo con la dimisión de Carlos Mazón, que ha reconocido que debió cancelar su agenda ese día, lo que ha tildado de error personal.
Muchos medios han filtrado incluso la situación de que el un grupo de WhatsApp familiar se difundió un vídeo de Utiel y los rescates a mediodía que habría llegado al teléfono de Maribel Vilaplana, algo que nadie de su entorno ha confirmado, especulaciones varias que persiguen meter más presión sobre ella y sobre el propio President Mazón que ha acusado hoy mismo.
El famoso ticket
Incluso se está filtrando la declaración en tiempo real, así Vilaplana habría comunicado que no tiene el ticket, pero que pagó con tarjeta, con lo que buscará el pago a qué hora se realizó y se lo facilitará a la juez.
Críticas a la jueza
Las críticas a la jueza no cesan, porque ha permitido que una testigo que este fin de semana estuvo por una crisis de ansiedad en el hospital entrar bajo decenas de flashes y cámaras, entre empujones y gritos, algo inaudito que muestra que no existen las mínimas garantías procesales ni respeto alguno por los testigos por parte del Juzgado, porque era previsible.
















