El presidente de la Generalitat respalda la iniciativa de Feijóo para redefinir el rumbo del Partido Popular, aunque su ausencia en las ponencias del congreso genera incomodidad en la política valenciana
Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, ha respaldado públicamente el congreso extraordinario que el Partido Popular celebrará en julio, destacando su importancia como “paso decisivo” para el futuro del partido. Sin embargo, ha evitado referirse a su exclusión de las ponencias del evento, una decisión que ha generado cierto revuelo dentro y fuera de la formación.
“Un congreso necesario”
Durante un acto institucional en Alicante, Mazón fue interpelado sobre su papel en el próximo cónclave popular, convocado por Alberto Núñez Feijóo con el objetivo de reafirmar el liderazgo y trazar nuevas líneas estratégicas. Su respuesta fue medida, aunque clara en cuanto a la importancia del evento.
“El Partido Popular necesita este congreso. Es el paso decisivo que Feijóo ha dado para seguir consolidando nuestro proyecto común. Lo fundamental es que siga fortaleciéndose nuestra alternativa para España”, declaró.
Silencio sobre su ausencia en las ponencias
La otra cara del debate está en las ponencias, los documentos base que marcarán las resoluciones políticas del congreso. Figuras destacadas del PP como Isabel Díaz Ayuso, Juanma Moreno o Alfonso Rueda tendrán un papel en su redacción y presentación. No así Carlos Mazón, cuya exclusión ha sido comentada con asombro en círculos políticos valencianos.
Preguntado directamente al respecto, Mazón optó por el silencio: “Lo importante no son los nombres, sino las ideas. Este congreso es para reforzar el partido, no para alimentar debates personales”. Una respuesta prudente, pero que no disipa las especulaciones.
Tensión soterrada en el PP valenciano
Dentro del Partido Popular de la Comunidad Valenciana, esta ausencia ha generado inquietud. Carlos Mazón ha sido uno de los principales impulsores de la victoria del PP en el territorio valenciano y su peso institucional, como presidente de la Generalitat, se consideraba suficiente para formar parte del núcleo ideológico del congreso.
“Cuesta entender que un presidente autonómico con gestión consolidada no esté en las ponencias mientras participan otros con menos peso territorial”, comentaba un dirigente local bajo anonimato.
¿Movimiento estratégico desde Madrid?
Algunos analistas interpretan la ausencia de Mazón como un movimiento de precaución interna del entorno de Feijóo. Aunque el presidente valenciano ha mantenido una lealtad formal al liderazgo nacional, su perfil político propio, con discurso y prioridades muy enfocadas al eje valenciano, podría resultar incómodo en un contexto donde se busca una imagen de cohesión total.
No es la primera vez que desde Madrid se perciben señales de contención hacia líderes regionales con fuerte proyección. En este caso, la prudencia de Mazón ha evitado una confrontación pública, pero deja entrever ciertas tensiones latentes.
El papel de Mazón: ¿figura de futuro o relegado?
A pesar de su exclusión de las ponencias, Mazón sigue siendo una figura con proyección dentro del PP. Su perfil moderado, su enfoque en la gestión autonómica y su conexión con sectores productivos valencianos lo colocan como un activo estratégico.
“Feijóo sabe que Mazón suma”, señalaba una fuente del partido. Pero también es consciente de que su liderazgo no está exento de matices y autonomía. Esta dualidad podría ser clave en el nuevo equilibrio interno del PP tras el congreso.
Expectativas para el congreso de julio
El congreso del Partido Popular previsto para julio se presenta como una cita decisiva. Con las elecciones europeas todavía recientes y un horizonte político nacional marcado por la incertidumbre, Feijóo pretende fortalecer su liderazgo y definir el proyecto de futuro de la formación.
La ausencia de Mazón en las ponencias, sin embargo, podría alimentar lecturas sobre el reparto interno de poder y las tensiones entre el centro del partido y sus baronías territoriales.
Conclusión: apoyos sin protagonismo
Carlos Mazón ha optado por una estrategia de contención: apoyo sin protagonismo, fidelidad sin ruido. Su postura busca mantener la unidad del partido, pero también revela una cierta incomodidad ante decisiones que podrían interpretarse como intentos de encorsetamiento político.
La pregunta es si esta prudencia le permitirá reforzar su posición en el largo plazo o si, por el contrario, lo relegará a un segundo plano en la estructura del nuevo PP que emergerá del congreso de julio.