Publicidad ilegal, paellas dentro del mercado, y suciedad acumulada en las vidrieras de más de quince años, algunas de las irregularidades que se siguen cometiendo en el Mercado Central de Valencia
Círculo por la Defensa del Patrimonio advertía en mayo sobre la presencia de grandes lonas en el techo del Mercado Central de Valencia con publicidad de una conocida marca de cervezas. Estaban sujetas con bridas a la estructura y llevan allí varios años. Todo a pesar de que el Mercado Central tiene la catalogación de Bien de Interés Cultural y por tanto, tal y como recoge el PEP de Ciutat Vella de 2020, este tipo de publicidad está prohibida.
Esta asociación solicitó por Registro General de Entrada Municipal saber cómo habían llegado allí las lonas en mayo pasado y la callada fue la respuesta. Cabe recordar que el edificio es de propiedad municipal. Así con una nueva queja a través del Sindic d’Agravis fue contestado por funcionarios municipales de la oficina técnica de la concejalía de Mercados, siendo instados por el Síndic.
«No nos consta petición alguna de permiso para colocar dichas lonas ni tampoco petición a patrimonio»
Unas lonas por las que «alguien» ha cobrado por la publicidad de la empresa de cervezas y que llevan allí ya varios años. Hay que recordar que la gestión del Mercado la lleva la Asociación de Vendedores del Mercado Central, una asociación privada en la que no están muchos de los vendedores pero donde sus decisiones privadas afectan a todos.
Previsiblemente esa lona fue colocada por ellos, y posiblemente hayan percibido una compensación económica por ello, ya que lleva varios años colocadas.
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Multiplicación de la publicidad irregular
Esta misma semana hasta pancartas han aparecido colocadas y suspendidas con tensores desde la estructura sobre los pasillos centrales del Mercado, un total de diez nuevas pancartas de una exposición de Ciencia de Pixar en la Ciudad de las Artes. Una nueva publicidad por la que de nuevo se percibirá una suculenta cantidad económica. Todo a pesar de haber un expediente abierto en el Síndic d’Agravis.
La publicidad no es posible en un BIC como saben de sobra los funcionarios que pasan a diario bajo esa multitud de pancartas municipal. De momento a este medio no le consta ni una sola acta levantada por el personal municipal informando sobre este asunto.
Cabe señalar que las Normas Urbanísticas y de Protección del PEP de Ciutat Vella (2020), CAPÍTULO IV.- REGULACIÓN DE LA PUBLICIDAD. Art. 8.8.- Régimen aplicable, queda patente que en los edificios incluidos en el Catálogo del Patrimonio Arquitectónico y Monumental del Plan (el Mercat Central lo está), y mediante autorización municipal (no consta en este caso), se permite la colocación de rótulos que tengan por objeto difundir el carácter histórico artístico del edificio o las actividades culturales o de restauración que en el mismo se realicen.
Impunidad total
Esta misma semana este medio se dirigió a la Llongeta, oficina de la Concejalía anexa al Mercado Central y los funcionarios advertidos por estos hechos se negaron a actuar nuevamente, incumpliendo sus funciones in vigilando. Igualmente los dos funcionarios subalternos que hay dentro del Mercado no han levantado acta alguna sobre esta nueva irregularidad.
La impunidad en los ataques a la LPCV 4/1998 es absoluta y los funcionarios siguen sin cumplir con sus obligaciones legales. Y como está pasando en otros tantos asuntos, nadie asume las responsabilidades y tampoco hay consecuencias por los reiterados incumplimientos de la legislación vigente y del PEP.
Y para acabar de rematar el asunto, cocinado de veinte paellas dentro del Mercado
Hace dos semanas se produjo un evento de promoción turística exterior dentro del recinto del Mercado. En el mismo se cocinaron hasta un total de veinte paellas, repartidas por distintas ubicaciones en el interior del recinto del mercado. Y todo a pesar que la ordenanza municipal impide el cocinar dentro del Mercado sin tener las salidas de humo correspondientes, y del propio PEP.
Además, cualquier persona es consciente del estropicio de grasa que provoca cocinar con el aro de la paella y una bombona de butano, a pesar de que se haya realizado en un recinto de grandes dimensiones.
Estos hechos demuestran la total falta de empatía con el patrimonio, con la ley y las ordenanzas municipales que tienes algunas esferas, que sigue su impunidad absoluta. Por lo que hemos podido saber, ya hay una denuncia presentada por estos hechos y han pedido que las grabaciones de las cámaras de seguridad del mercado no sean borradas para aportarlas como prueba.
Muchos vendedores supieron de esta fiesta privada porque a través de un Whatsapp fueron advertidos por la asociación de que no podrían entrar a partir de las 19:30h al recinto del mercado por estar este evento privado, en el que según parece algunos vendedores seleccionados por la Asociación de Vendedores abrieron sus paradas y percibieron un beneficio por ello, estando de nuevo la asociación de vendedores por medio según parece.
La Asociación de vendedores «no contesta»
Este medio se ha puesto en contacto con la Asociación de Vendedores, concretamente con su presidenta, la misma que ha acusado a este medio de ser unos «chafarders» y despreciar nuestro trabajo, con malas formas, más propias de una persona sin educación, y asegurar que «no quiere hablar con nosotros».
La presidenta del Mercado nos remitió a la gerente del mismo, que «para eso está», pero ésta a su vez declinó cualquier declaración y nos remitió a una empresa privada de comunicación contratada por esta asociación y la gerencia para «cualquier cosa», con lo que ha sido imposible contactar con nadie en esta asociación para mostrar las diligencias y los informes municipales que apuntan a sus irregularidades como gestores del Mercado Central de Valencia.
