El presidente de Argentina, Javier Milei, abrió este lunes la presentación de su nuevo libro La Construcción del Milagro —un texto que exalta los logros de su legislatura— con un inesperado concierto de rock de una hora en el Movistar Arena de Buenos Aires. El evento atrajo a unos 15.000 simpatizantes, que ovacionaron las interpretaciones en vivo del mandatario de clásicos del rock argentino y español, adaptados con mensajes políticos. Sin embargo, el exterior del recinto se vio marcado por protestas de opositores al gobierno.
Milei, vestido de negro y visiblemente eufórico, lideró el escenario con una banda integrada por figuras cercanas a su círculo: el diputado Alberto Benegas Lynch en la batería, su hijo Joaquín (candidato) en la guitarra, el biógrafo presidencial Marcelo Duclos en el bajo, y la diputada Lilia Lemoine en los coros. El repertorio incluyó versiones de temas icónicos como Panic Show de La Renga —modificada con frases provocadoras como «Hola a todos, yo soy el león» o «soy el rey y te destrozaré, toda la casta es de mi apetito»—, Libre de Nino Bravo, Demoliendo Hoteles de Charly García, Rock del Gato de Ratones Paranoicos, y Blues del Equipaje de La Mississippi.
El momento más polémico llegó durante Libre, cuando la pantalla gigante detrás de Milei proyectó imágenes impactantes: escenas del Muro de Berlín con víctimas tiroteadas en alambradas, y ataques contra líderes conservadores como Donald Trump, Charlie Kirk y Jair Bolsonaro. El show también incorporó segmentos de propaganda electoral musicalizada: ataques a la oposición, elogios a su partido La Libertad Avanza, proclamas pro-sionistas y condenas a los atentados de Hamás del 7 de octubre.
Este espectáculo se produce a menos de tres semanas de las elecciones legislativas en Argentina, donde los primeros sondeos no son alentadores para la formación ultraderechista de Milei. El evento, que combinó entretenimiento con activismo político, refuerza su estilo disruptivo, pero también aviva divisiones en un país polarizado.