La segunda paga extra de Navidad para los pensionistas llegará entre el 1 y el 4 de diciembre, aunque muchos bancos adelantarán el ingreso al 23 de noviembre. Esta paga, igual que la de verano, refleja la revalorización de las pensiones aplicadas este año.
Se acerca el fin de año, y para los más de 10 millones de pensionistas en España, esto significa una cosa: la esperada paga extra de Navidad. Esta segunda paga extraordinaria, correspondiente al cierre del año, llegará en fechas señaladas para aliviar los bolsillos de aquellos que han contribuido al sistema durante toda su vida laboral. Pero esta vez, la noticia es especialmente dulce: el importe será igual al de la paga de verano, debido a la revalorización de las pensiones que entró en vigor en enero de 2024.
La Seguridad Social ya ha confirmado que los pagos se realizarán entre el 1 y el 4 de diciembre, aunque los bancos, como suele ser habitual, ofrecerán la posibilidad de adelantar este abono al 23 de noviembre. Un buen adelanto para quienes desean disfrutar de la Navidad sin esperar hasta diciembre.
Dos pagas extraordinarias: el derecho de los pensionistas
El sistema de pensiones en España garantiza a los beneficiarios no solo 12 mensualidades ordinarias al año, sino también dos pagas extraordinarias: una en verano y otra en Navidad. Ambas pagas, que representan el equivalente a una mensualidad completa, se aplican de manera automática a quienes tengan derecho a ellas, es decir, aquellos que hayan cumplido con los periodos de cotización necesarios o reciban pensiones no contributivas.
Este año, la cuantía de la paga extraordinaria de Navidad será idéntica a la de junio, gracias a la mencionada revalorización que asegura que los pensionistas no pierdan poder adquisitivo frente al aumento del coste de la vida. Este ajuste se realiza anualmente en función del Índice de Precios al Consumo (IPC), que mide la inflación.
¿Cuándo ingresarán la paga extra de Navidad?
Como ya hemos adelantado, los pensionistas podrán ver reflejada esta paga extra en sus cuentas bancarias entre los días 1 y 4 de diciembre. Sin embargo, la mayoría de las entidades bancarias, como han hecho en años anteriores, adelantarán el ingreso al 23 de noviembre. Esta práctica permite a muchos pensionistas tener acceso a este dinero de forma anticipada, lo que sin duda será bien recibido para afrontar los gastos típicos de las fiestas.
Es importante destacar que la paga extra de Navidad es del mismo importe que una mensualidad ordinaria. Para muchos, esto supone un respiro económico en una época del año donde los gastos aumentan debido a las festividades. Además, no hay que olvidar que esta paga extra no es un bono o una ayuda, sino un derecho adquirido por años de cotización o, en el caso de las pensiones no contributivas, un complemento esencial a sus ingresos.
Un año de revalorización: ¿qué significa para los pensionistas?
El incremento en las pensiones de este año ha sido notable. La revalorización de las pensiones, que se aplicó en enero de 2024, vino de la mano de un aumento del 3,8%, un ajuste basado en la inflación media de los 12 meses previos, según el IPC. Este ajuste tiene como objetivo que los pensionistas mantengan su poder adquisitivo frente al aumento del coste de la vida.
Para ponerlo en perspectiva: si un pensionista percibía una pensión de 1.380 euros mensuales, con la subida del 3,8% su paga extra de Navidad (al igual que la de verano) será también de 1.380 euros, lo que supone un incremento de aproximadamente 52 euros más por mes en comparación con 2023. Es decir, al cierre del año, este pensionista habrá recibido 734 euros más gracias a la revalorización aplicada.
¿Y qué sucederá en 2025? La subida que viene
Mientras que la atención se centra ahora en la paga extra de Navidad, muchos pensionistas ya se preguntan: ¿Qué pasará con las pensiones en 2025?. Según las primeras estimaciones, la revalorización de las pensiones para el próximo año podría rondar el 3,06%, dependiendo del IPC entre diciembre de 2023 y noviembre de 2024.
Esta subida se aplicará tanto a las pensiones contributivas como a las no contributivas, y seguirá la línea de los incrementos previstos por el Gobierno para garantizar que los pensionistas no vean reducidos sus ingresos reales por el alza de los precios. Si se confirma esta revalorización del 3,06%, los pensionistas disfrutarán de un pequeño incremento en sus mensualidades desde el 1 de enero de 2025.
Además, aquellos que cotizaron como autónomos también verán reflejados estos aumentos en sus pensiones, un alivio para un colectivo que tradicionalmente ha percibido prestaciones más bajas que otros trabajadores. Esta subida, aunque modesta, ayudará a mitigar los efectos de la inflación sobre los ingresos mensuales de este grupo de pensionistas.
El reto de las pensiones no contributivas
Si bien la atención suele estar puesta en las pensiones contributivas, no debemos olvidar a quienes perciben pensiones no contributivas, una prestación gestionada por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso). Estas pensiones, dirigidas a personas que no han cotizado lo suficiente para acceder a una pensión contributiva, también verán una revalorización.
En 2025, se espera que las pensiones no contributivas aumenten hasta los 7.599 euros anuales, lo que supone unos 542,85 euros mensuales. Aunque estas cifras están lejos de las pensiones contributivas, representan una mejora significativa en los ingresos de muchos jubilados que dependen de estas prestaciones para sobrevivir.
Para 2026 y 2027, las proyecciones indican que estas pensiones no contributivas seguirán subiendo, hasta alcanzar los 7.900 euros al año en 2026 y 8.250 euros anuales en 2027. Este tipo de ajustes son fundamentales para reducir la brecha entre las pensiones contributivas y no contributivas y garantizar un mínimo de seguridad económica a los jubilados más vulnerables.
La sostenibilidad del sistema de pensiones
No todo son buenas noticias. A pesar de estos aumentos, sigue habiendo preocupación por la sostenibilidad del sistema de pensiones en España. Con una población envejecida y una tasa de natalidad en descenso, cada vez hay menos trabajadores activos cotizando para sostener a un número creciente de pensionistas. Además, la inflación y el aumento del coste de vida suponen un desafío continuo para el Gobierno a la hora de mantener el poder adquisitivo de los pensionistas sin comprometer las finanzas públicas.
Por eso, aunque los pensionistas recibirán esta paga extra de Navidad con alegría, es necesario reflexionar sobre el futuro. El sistema de pensiones está bajo presión, y muchos expertos creen que serán necesarias reformas más profundas para asegurar su viabilidad a largo plazo. Reformas que, inevitablemente, traerán consigo debates difíciles sobre la edad de jubilación, las cotizaciones y el tipo de prestaciones que el Estado puede seguir garantizando.