Ginebra, 16 de octubre de 2025.
El gigante suizo de la alimentación Nestlé ha registrado este jueves una subida superior al 9 % en Bolsa tras comunicar un plan de reestructuración global que contempla el despido de 16.000 empleados en los próximos dos años. La compañía ha acompañado el anuncio con una revisión al alza de su objetivo de ahorro de costes, que pasa a 3.000 millones de francos suizos (unos 3.231 millones de euros) para finales de 2027.
Un giro estratégico para aumentar la rentabilidad
Nestlé ha justificado el recorte de plantilla dentro de una estrategia de eficiencia y simplificación operativa, destinada a mejorar su margen de beneficios en un contexto marcado por el aumento de los costes energéticos y de materias primas.
La multinacional ha explicado que el nuevo plan implicará la automatización de procesos, la digitalización de operaciones y una revisión profunda de la estructura corporativa, especialmente en áreas administrativas y de soporte.
Los ahorros generados se destinarán, según la empresa, a reforzar las inversiones en innovación, el desarrollo de productos con mayor valor añadido y la expansión en mercados emergentes.
Reacción inmediata del mercado
El anuncio ha tenido un impacto inmediato en la cotización de Nestlé, que se disparó más de un 9 % en la Bolsa de Zúrich, registrando su mayor subida diaria desde 2011. Los analistas interpretan la medida como una señal de disciplina financiera tras varios trimestres de crecimiento moderado y de presión sobre los márgenes.
Las firmas de inversión como UBS y JPMorgan han elevado sus recomendaciones sobre el valor, destacando que el plan podría mejorar la rentabilidad por acción a medio plazo.
Contexto global y desafíos
Nestlé, que emplea actualmente a unas 275.000 personas en todo el mundo, ha enfrentado en los últimos años una ralentización en las ventas de algunos de sus productos tradicionales y un aumento de la competencia en segmentos como la nutrición saludable, el café y los alimentos para mascotas.
Además, la compañía ha tenido que ajustar su estructura a las nuevas demandas del mercado, cada vez más orientadas hacia la sostenibilidad y la eficiencia energética, lo que ha impulsado una transformación interna que ahora se acelera con este recorte de personal.
Reacciones mixtas
Mientras los mercados celebran la medida, los sindicatos y asociaciones laborales de varios países han mostrado su preocupación por el impacto social del ajuste. Algunas organizaciones han solicitado a Nestlé que garantice indemnizaciones justas y programas de recolocación para los trabajadores afectados.
En Suiza, el sindicato Unia ha calificado el plan como una “decisión puramente financiera” que prioriza los intereses de los accionistas frente al bienestar de los empleados.
Próximos pasos
Nestlé prevé que los despidos y la reorganización se desarrollen de forma gradual entre 2025 y 2027, con especial incidencia en las divisiones administrativas de Europa y Norteamérica. La compañía no ha detallado aún qué plantas o centros concretos se verán afectados.
El grupo mantiene su previsión de crecimiento orgánico anual en torno al 4 %, aunque espera una mejora significativa del margen operativo una vez completado el plan de ahorro.
Con este anuncio, Nestlé se suma a la lista de grandes corporaciones internacionales que están redefiniendo su estructura global para adaptarse a un entorno económico más competitivo y automatizado.