Israel acepta el plan de paz de EE. UU. mientras Hamás exige cambios y aún no da una respuesta definitiva
La comunidad internacional esperaba que el día de ayer marcara un punto de inflexión histórico en el conflicto de Gaza. Sin embargo, aunque Israel ha aceptado formalmente el plan de paz propuesto por Estados Unidos, Hamás aún no ha dado una respuesta definitiva y mantiene sus reservas, retrasando la firma de un acuerdo que se había anunciado como inminente.
El plan de paz de 20 puntos
El documento, presentado por la administración estadounidense, contempla un alto el fuego inmediato, la liberación de rehenes en un plazo máximo de 72 horas, la entrada de ayuda humanitaria masiva y la formación de un gobierno de transición supervisado por actores internacionales, entre ellos la ONU y figuras como Tony Blair. Además, establece un camino a medio plazo hacia una estructura política palestina reconocida internacionalmente.
Uno de los puntos más delicados del plan es la exigencia del desarme total de Hamás, condición que Israel considera imprescindible pero que la organización palestina rechaza frontalmente.
La posición de Israel
El Gobierno israelí anunció el lunes su aceptación del plan. El primer ministro Benjamin Netanyahu, sin embargo, volvió a reiterar que no permitirá la creación de un Estado palestino soberano, lo que limita el alcance del acuerdo en términos de una solución política de largo plazo.
Pese a ello, la aceptación del plan por parte de Israel fue recibida como un paso significativo, al menos en lo referente a la posibilidad de detener la violencia en Gaza y dar salida a la crisis humanitaria.
La respuesta de Hamás: modificaciones y condiciones
Hamás, por su parte, ha evitado hasta el momento aceptar el documento en su integridad. A través de sus portavoces, ha solicitado:
- Un calendario claro y vinculante de retirada de las tropas israelíes de Gaza.
- Garantías internacionales firmes que aseguren que Israel cumplirá los compromisos.
- Más tiempo para negociar los términos, especialmente los relacionados con el desarme y el control del futuro gobierno de Gaza.
En sus primeras valoraciones, Hamás ha calificado el plan como “incompleto y desequilibrado”, señalando que no recoge las aspiraciones políticas del pueblo palestino ni protege adecuadamente sus derechos.
La reacción internacional
El secretario general de la ONU, António Guterres, saludó el anuncio del plan de paz, describiéndolo como una oportunidad histórica para detener la guerra y abrir un nuevo capítulo en Gaza. Sin embargo, también instó a las partes a asumir compromisos “realistas y verificables”.
Mientras tanto, la Unión Europea y varios países árabes han mostrado apoyo condicionado al plan, subrayando que su éxito dependerá de la aceptación final de Hamás y de la capacidad de las partes para comprometerse más allá del alto el fuego inicial.
Conclusión
A pesar de los titulares sobre un posible acuerdo de paz alcanzado ayer, la realidad es que no se ha firmado un documento definitivo. Israel ha dado su aprobación, pero la clave está en la respuesta de Hamás, que ha pedido modificaciones y aún no ha cerrado su posición oficial.
El proceso sigue abierto y, aunque el anuncio de un plan de paz supone un avance, la paz en Oriente Próximo continúa pendiente de un frágil equilibrio entre exigencias militares, demandas políticas y la presión internacional.