Con la llegada de la primera ola de calor del verano, muchas localidades afectadas por la riada del 29 de octubre siguen sin instalaciones básicas reparadas. Las piscinas municipales de Paiporta y Aldaya permanecen inoperativas, mientras crece la indignación vecinal.

Las piscinas, un símbolo del abandono tras la tragedia

Las altas temperaturas ya son una realidad en la provincia de Valencia, pero en localidades como Paiporta y Aldaya, los vecinos siguen sin poder utilizar las piscinas municipales. Estos espacios, esenciales para el ocio y el alivio del calor en verano, siguen cerrados ocho meses después de la DANA, una tragedia que dejó 228 muertos y miles de afectados.

Donde antes había toallas, risas y familias, ahora solo queda asfalto agrietado, maleza y abandono. La piscina municipal de Paiporta, ubicada junto al barranco del Poyo, es un ejemplo claro del retraso en la reconstrucción. Desde el 29 de octubre de 2024, esta infraestructura permanece inutilizable, sin obras visibles, sin previsión clara de reapertura y con un silencio institucional que desespera a la ciudadanía.

Verano sin alternativas: calor y enfado en la calle

En plena alerta amarilla por temperaturas extremas, los vecinos de ambas localidades denuncian la falta de soluciones reales. Las piscinas, además de un servicio recreativo, son una necesidad social, especialmente para familias sin recursos para viajar o instalar sistemas de refrigeración en casa.

Pero ni piscinas ni aire acondicionado. Muchas viviendas y pequeños comercios siguen sin sistemas de climatización operativos tras los daños provocados por la riada. “Los aparatos no funcionan, no hay repuestos, nadie nos da respuestas”, lamentan desde varios barrios afectados. En algunos casos, los seguros aún no han pagado, en otros, las ayudas prometidas nunca llegaron.

La reconstrucción prometida no llega

Mientras la Generalitat asegura que más del 50% de las ayudas directas ya se han abonado, sobre el terreno la sensación es muy distinta. Los vecinos perciben una reconstrucción paralizada, fragmentada y sin dirección clara. En palabras de un residente de Aldaya: “Nos dicen que están en ello, pero llevamos ocho meses escuchando lo mismo. Ya no hay estudiantes, los niños están en casa, ¿y qué hacemos sin piscinas?”.

La situación se repite en otras instalaciones públicas: polideportivos cerrados, ascensores sin reparar, colegios sin climatización o con obras sin terminar. A ello se suma la ausencia de personal técnico suficiente, los retrasos en licitaciones y la falta de voluntad política para priorizar a los damnificados.

Críticas vecinales y protestas en aumento

El malestar ha desembocado en una oleada de protestas que se repite cada mes frente al Palau de la Generalitat. Más de 200 colectivos sociales y familiares de víctimas exigen la dimisión del president Carlos Mazón por lo que califican de “negligencia institucional”.

“No puede ser que los centros comerciales estén a pleno rendimiento y nuestras piscinas sigan cerradas”, apuntan desde la plataforma DANA 29-O. Los manifestantes también alertan del desequilibrio en la gestión territorial: mientras algunas zonas reciben atención mediática y fondos inmediatos, otras como Paiporta y Aldaia parecen haber caído en el olvido.

Una tragedia que sigue dejando secuelas

Más allá de la infraestructura, la DANA del 29 de octubre sigue teniendo efectos psicológicos y sociales en la población. El hecho de que ocho meses después no se hayan recuperado servicios básicos agrava el sentimiento de abandono entre los afectados.

“Esto no va solo de una piscina cerrada. Va de que nadie nos escucha, de que las promesas se las llevó el agua, igual que nuestras casas”, dice una madre que, en otros veranos, solía llevar a sus hijos cada tarde a la piscina de Paiporta.

📌 Contexto

• Fecha del desastre: 29 de octubre de 2024
• Fallecidos: 228
• Piscinas municipales cerradas: Paiporta, Aldaia y otros municipios cercanos
• Temperaturas actuales: entre 35ºC y 40ºC en la provincia de Valencia
• Reclamaciones vecinales: Reapertura urgente de servicios públicos, ayudas directas efectivas, reparación de sistemas eléctricos y de refrigeración