Esta semana los 80 trabajadores contratados por el Ajuntament de Picanya (PSPV) con fondos del Ministerio de Trabajo y Economía Social y el Servicio Público de Empleo Estatal, personas desempleadas inscritas en el servicio Labora de la Generalitat Valenciana han trabajado al aire libre con temperaturas superiores a los 30ºC.
A ojos de muchos, incluso del propio Ministerio que pone los fondos podría ser una vulneración clara de la Ley de seguridad e Higiene en el Trabajo, ya que estaban a pleno sol, arreglando un jardín cercano a la residencia Salvia, junto al barranco del Poyo. Otros, haciendo jardinería en la población o limpiando, todos a pleno sol y sin agua.
Esto que muchos creemos que podría ser una vulneración de los derechos de los trabajadores que pone en grave peligro su salud, con un golpe de calor que podría darles en cualquier momento quizá se repita esta semana cuando las temperaturas asciendan todavía más.
¿Qué hacer cuando es la propia administración la que vulnera los derechos de los trabajadores?
Pues es la propia Inspección de Trabajo la que debería proceder a abrir expediente al Ajuntament de Picanya, porque estas personas, son desempleadas de larga duración, podríamos considerarlas personas vulnerables que necesitan el trabajo y los ingresos, y podríamos pensar que el alcalde de turno está jugando con su salud, en este caso Josep Almenar Navarro (PSPV).
El Ayuntamiento debería haber implementado medidas como cambiar los horarios de trabajo a horas de menor insolación o incluso proporcionar medidas como agua, baños,… que no se les ha proporcionado, 80 personas que mañana volverán a las calles y a mediodía se esperan llegar a los 38-40ºC.
¿Cómo es posible que los Ayuntamientos jueguen con la vida de las personas?
No es el único caso, pero es que que Noticias Ciudadanas ha tenido conocimiento y ha podido ver a estas personas a las 14:00h trabajando a pleno sol, sin agua y con una temperatura superior a los 32ºC.
Otro de los ejemplos lo tenemos en Valencia, donde el Ajuntament de Valéncia, gracias a la total falta de empatía de la alcaldesa María José Catalá lleva dos años permitiendo que los concesionarios del Mercado Central tengan que trabajar hasta a 35ºC y con humedad en el interior de un recinto municipal que parece muchas veces un horno.
Dos años lavándose las manos asegurando que «son autogestión» pero a su vez incumpliendo su labor in vigilando y permitiendo que los más de 600 trabajadores que a diraio ejercen su jornada laboral bajo el techo del recinto municipal lo hagan poniendo en riesgo su salud, en este caso cientos de lipotimias y este año, el primer caso de desmayo por golpe de calor de un empleado, una mujer, vendedora de frutos secos que tuvo que pasar por asistencia hospitalaria varias horas y con goteros para hidratarse por un supuesto «golpe de calor».
Las autoridades y los partidos que decretan estas normas parece no son capaces de que sus representantes las cumplan y hagan cumplir en sus territorios, así que igual han de plantearse por el Ministerio de Trabajo multas y sanciones a estos políticos que ponen en riesgo la salud de las personas…
Normativa laboral ante las fuertes temperaturas en el trabajo