La remodelación de la plaza del Ayuntamiento de Bejís (Alt Palancia) ha abierto un intenso debate vecinal. El consistorio plantea la eliminación de un cedro de grandes dimensiones que lleva más de 25 años en el corazón del municipio. La propuesta no convence a buena parte de los vecinos, que consideran al árbol un símbolo y un elemento insustituible del paisaje urbano.
El argumento del consistorio: daños en el pavimento y el edificio
El equipo de gobierno local asegura que el cedro se ha convertido en un problema estructural. Según la alcaldesa, María José Madrid, las raíces han empezado a dañar el pavimento, las escaleras y hasta el propio edificio del Ayuntamiento:
“Los técnicos forestales y de medio ambiente nos indican que este tipo de árbol no puede estar a menos de nueve metros de ninguna edificación, porque sus raíces son muy invasivas y pueden afectar a los cimientos”.
Desde el consistorio insisten en que no se trata de una decisión estética, sino de un problema de seguridad y conservación que podría agravarse con el paso del tiempo.
El pueblo se moviliza en defensa del árbol
Mientras tanto, parte del vecindario se ha organizado para evitar la tala. Argumentan que el cedro aporta una sombra fundamental y que su sustitución por otra especie no sería equivalente. Algunos vecinos han recogido firmas y han consultado con expertos en botánica para encontrar alternativas.
El director del Jardín Botánico de la Universitat de Valencia, Jaume Güemes, ha mostrado públicamente su apoyo a mantener el árbol:
“Debemos intentar proteger y defender cualquier árbol que preste un servicio insustituible. En este caso, se pueden limitar las raíces con técnicas adecuadas, pero sin talarlo”.
Un debate abierto
El Ayuntamiento asegura que está dispuesto a estudiar propuestas técnicas que permitan compatibilizar la remodelación de la plaza con la conservación del árbol. De momento, la polémica sigue viva en el municipio, dividiendo a los vecinos entre quienes apuestan por preservar el cedro y quienes respaldan su retirada para evitar futuros daños.