Valencia, 17 de diciembre de 2025. Mañana es la gran manifestación del sector agrario europeo en Bruselas. Más de 10.000 agricultores de toda Europa (será la primera vez que asistan representantes de los 27 Estados Miembro) de las 40 organizaciones más importantes del sector agrario, pertenecientes al Copa-Cogeca, asistirán este jueves a la capital comunitaria, coincidiendo con la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea y con la salida de la presidenta Ursula von der Leyen hacia Brasil para cerrar el acuerdo comercial con Mercosur. Una representación de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), dentro de la delegación española de ASAJA, acudirá a la protesta que concluirá en la Plaza de Luxemburgo, frente a las autoridades comunitarias, donde los dirigentes de ASAJA, COAG y UPA dirigirán unas palabras a los asistentes.
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, asegura que “mañana es un día decisivo para el futuro de la agricultura europea. Las entidades más representativas del sector agrario alzarán su voz en Bruselas, que es donde hay que estar para reclamar un cambio contundente de las políticas europeas. Esta gran manifestación eclipsará cualquier protesta que se convoque en los países europeos por su cuenta, como en Francia donde los agricultores ya están empezando a protestar por temas particulares. Mañana los políticos escucharán en Bruselas el clamor de todo el campo europeo y tendrán que reaccionar de una puñetera vez”.
La protesta se centrará en rechazar las propuestas inaceptables de la Comisión Europea para la Política Agrícola Común (PAC) después de 2027, la cual pierde su singularidad dentro de un fondo común con otras prioridades y recorta su presupuesto en más de un 20%; en denunciar la política comercial aplicada por la UE que fomenta la competencia desleal de países terceros y supone una clara desventaja para el sector agrario europeo, haciendo hincapié en el tratado de Mercosur y otros acuerdos que agravan la crisis de cultivos mediterráneos; y en la necesidad de simplificación, seguridad jurídica y regulaciones más adaptadas a la realidad agraria que no impliquen una pérdida de competitividad.
















