¿Qué opciones tiene Carlos Mazón? Los escenarios que marcarán su futuro político
| Redacción
Valencia. La crisis abierta en el Partido Popular de la Comunitat Valenciana tras la gestión de la DANA del 29 de octubre de 2024 ha colocado al presidente Carlos Mazón ante una de las decisiones más trascendentales de su carrera política. Después de varios días de silencio y reflexión en Alicante, el líder del PPCV sopesa tres posibles caminos: dimitir, convocar elecciones o mantenerse al frente con una salida pactada.
Opción 1: dimitir y convocar elecciones anticipadas
La primera posibilidad sería presentar su dimisión y disolver Les Corts Valencianes. De hacerlo, el proceso conduciría a la convocatoria de elecciones autonómicas anticipadas, un escenario que abriría paso a un nuevo liderazgo en el Partido Popular valenciano.
En este contexto, Vicente Mompó, presidente de la Diputación de Valencia, emerge como el nombre de consenso. Según fuentes del partido, Mompó cuenta con el respaldo de las tres direcciones provinciales —Valencia, Alicante y Castellón— y su perfil moderado podría facilitar la transición interna. Sería, además, un gesto de renovación tras la crisis política y reputacional derivada de la catástrofe de la DANA.
Opción 2: dimitir sin disolver Les Corts
Otra opción plausible sería renunciar al cargo sin convocar elecciones. En ese caso, el grupo parlamentario del PP en Les Corts tendría que proponer un nuevo presidente o presidenta de la Generalitat de entre sus diputados. En este escenario suenan con fuerza los nombres de María José Catalá, alcaldesa de Valencia, y Juanfran Pérez Llorca, secretario general del PPCV.
Esta solución permitiría mantener la legislatura sin someter al partido al desgaste de una campaña, pero requeriría el apoyo expreso de Vox, socio del Consell. El principal obstáculo de esta vía es que Vicente Mompó, aunque cuenta con respaldo interno, no podría ser elegido, ya que no es diputado autonómico.
Opción 3: mantenerse con una salida pactada
La tercera alternativa que baraja Mazón pasaría por mantenerse de momento al frente del Consell y negociar una transición ordenada en el liderazgo del partido. Esta fórmula, más calculada, implicaría su renuncia a la presidencia del PPCV pero no al cargo institucional, con el argumento de “culminar el proceso de reconstrucción” tras la catástrofe de 2024.
De aplicarse esta estrategia, la dirección nacional podría designar una gestora temporal para pilotar el partido hasta un congreso extraordinario, donde Mompó se consolidaría como líder orgánico mientras Mazón completaría la legislatura. Este modelo ya se ha utilizado en otros relevos autonómicos del PP para evitar fracturas internas.
El papel de Feijóo y Vox, claves en la ecuación
La decisión final de Mazón no depende solo de su voluntad personal. El apoyo de Vox resulta imprescindible para garantizar la estabilidad del gobierno autonómico, mientras que la dirección nacional del PP en Génova sigue muy de cerca los movimientos en Valencia. Alberto Núñez Feijóo y Mazón tienen previsto mantener una conversación directa para “analizar el contexto político de la Comunitat Valenciana”, según confirmó la vicesecretaria Cuca Gamarra.
Desde el entorno popular se reconoce que la presión interna es creciente y que existe consenso en torno a la necesidad de una salida “digna y rápida” que permita recomponer la imagen del partido antes de 2026. En paralelo, se barajan ya los posibles efectos de la dimisión sobre los equilibrios con Vox y sobre el calendario político valenciano.
Un tablero abierto con ecos del pasado
Fuentes próximas al PPCV no descartan que, en medio de este proceso, resurjan viejas aspiraciones de figuras como el expresidente Francisco Camps, que continúa siendo una referencia para parte del electorado más tradicional. Sin embargo, las direcciones provinciales coinciden en que la prioridad actual es preservar la gobernabilidad y evitar un vacío institucional.
La semana que comienza se prevé decisiva. Si Mazón opta por la dimisión, el PPCV afrontará un relevo político sin precedentes desde la transición. Si decide resistir, tendrá que hacerlo con una base interna dividida y una opinión pública muy crítica tras la tragedia de la DANA. En cualquier caso, el futuro del partido y del propio Consell se dirimirá en cuestión de días.
















