A los arroceros del parque natural de la Albufera, que empiezan la siega del arroz, no les salen las cuentas. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) advierte de que «la rentabilidad del cultivo peligra» a causa del descenso de como mínimo el 15% de la producción y de los precios en origen, una «tormenta perfecta» al coincidir además con una escalada de los costes de producción, una falta de soluciones eficaces contra plagas y enfermedades y el recorte del 22%, planteado por la Comisión Europea, de las ayudas de la futura Política Agrícola Común (PAC).
Según las previsiones de AVA-ASAJA, la cosecha de arroz quedará reducida a unas 95.000 toneladas, lo que supone una merma del 15% respecto al potencial productivo de 110.000 toneladas que suele alcanzar una campaña normal. La causa más determinante es el brote histórico de piricularia -la enfermedad más letal del cultivo- que afecta al 60% de las parcelas de arroz, principalmente a las variedades Bomba, Albufera y J-Sendra que debido a los problemas fitosanitarios corren riesgo de desaparecer a corto plazo.
Al respecto, la asociación reitera a las administraciones que modifiquen el sistema de autorización de materias activas y aprueben permisos excepcionales de fungicidas que permitan combatir la piricularia y otros patógenos. Asimismo, solicita una mejora del seguro del arroz a fin de ampliar las coberturas e indemnizaciones por las pérdidas de producción derivadas de las plagas y enfermedades.
En cuanto a los precios que perciben los arroceros, AVA-ASAJA denuncia una tendencia negativa a lo largo del año que implica un descenso del 15% de las cotizaciones. Además de la recuperación de la superficie cultivada en Andalucía y Extremadura -tras varios años de sequía- el motivo capital que explica ese desplome de los precios a pie de campo es el incremento de las importaciones. De acuerdo a los datos recabados por el sector arrocero hasta agosto de 2025, las importaciones de arroz alcanzan las 1.586.000 toneladas, casi 70.000 más que la campaña anterior, de las cuales 522.000 toneladas corresponden a Camboya y Myanmar.
AVA-ASAJA exige a la Unión Europea una cláusula automática de salvaguardia que restablezca los aranceles aduaneros cuando se supere un determinado umbral, modificando el actual artículo 29 del Reglamento relativo a la aplicación del Sistema de Preferencias Generalizadas (SPG).
Otra reivindicación permanente de AVA-ASAJA es que la UE y el Gobierno de España aprueben, al igual que han adoptado en otros alimentos, la obligatoriedad de indicar el país de origen en el etiquetado del arroz para evitar que los consumidores compren arroces foráneos pensando que se trata de arroz valenciano.
Finalmente, el sector arrocero pide a las autoridades comunitarias que no recorten las ayudas de la PAC destinadas a los arroceros, debido a su contribución medioambiental en espacios de alto valor ecológico, y que en la firma de acuerdos comerciales con países terceros, como el de Mercosur, se considere el arroz como producto sensible, de manera que únicamente entren importaciones que cumplan los mismos estándares de respeto de los derechos humanos y de las exigencias sociales, fitosanitarias y medioambientales que las vigentes en la UE para evitar la competencia desleal y el fraude al consumidor.